19 de marzo de 2012

Soja: entre chinches e isocas

Según un informe técnico del INTA Pergamino la oleaginosa de segunda se verá afectada por estas plagas. Recomendaciones técnicas y alternativas de control.

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Nicolás Iannone, especialista en entomología del INTA Pergamino, advirtió sobre la aparición y puesta de huevos de isoca medidora en la región pampeana que “junto al incremento de chinches, amenazan la soja de segunda”.

Esta especie de isoca es responsable de las primeras defoliaciones –pérdidas de hojas– de importancia sobre el cultivo de soja de segunda. Se estima que tendrá un mayor impacto en situaciones puntuales o zonales donde la fauna benéfica no alcance a prosperar lo suficiente para combatirla en forma natural, o bien sea drásticamente afectada por intervenciones químicas inadecuadas.

En este sentido, Iannone destacó la importancia de utilizar alternativas de control que “tengan un comportamiento amigable con la fauna benéfica, especialmente en caso de medidoras, ya que con esta especie el complejo de benéficos muestra el mayor potencial de control natural”.

De acuerdo con el técnico, proteger a la fauna benéfica es la alternativa más económica y recomendable frente a las condiciones que actualmente caracterizan a la presente campaña, las cuales favorecen el desarrollo poblacional de enemigos naturales y potencian el efecto supresor de insectos plaga.

Además, sugirió realizar un monitoreo mediante un patrón de defoliación a fin de determinar el grado de daño en el lote. “Se deben tomar al azar cinco folíolos del tercio superior, medio e inferior de la planta. Para que la muestra sea representativa –explicó Ianonne– esta técnica debe repetirse en varios lugares del terreno para luego, sí, calcular un promedio”.

Porcentaje de defoliación de la hoja de soja

Para el técnico de Pergamino, “el resultado de la medición mediante el patrón de defoliación siempre será inferior y más real al estimado “a ojo” ya que la visión del hombre tiende, involuntariamente, a magnificar el verdadero daño”.

Numerosas evaluaciones a campo confirman que una defoliación de alrededor del 10 por ciento no perjudica el rinde de la oleaginosa. Por el contrario, posibilita su incremento, debido a que las pequeñas perforaciones permitirían una mayor penetración de la radiación dentro de la canopia del cultivo.

Por último, el especialista reconoció que ante la presencia de otra especie de lepidóptero como Anticarsia –Anticarsia gemmatalis– el manejo es más complejo ya que estas isocas producen rápidas defoliaciones y también suelen dañar las vainas de la soja. Además, son menos susceptibles al complejo de benéficos, a excepción de situaciones con presencia del hongo Nomuraea rileyi.

“Si se falla en el control de esta plaga, generalmente, no hay margen para la rectificación”, aseguró Ianonne.