29 de noviembre de 2011

Que el árbol no tape a la ganadería

Productores e investigadores del INTA coincidieron en el valor de la forestación a la hora de producir como herramienta para potenciar y desarrollar áreas improductivas.

Parece ciencia ficción pero es real. Un buen fruto que puede dar un árbol es una ganadería sólida y sustentable. A esta conclusión llegaron técnicos del INTA reunidos en Balcarce –Buenos Aires– quienes participaron del V Encuentro de genetistas y mejoradores forestales (Gemfo).

Mario Galetti, referente forestal del INTA Balcarce, destacó el valor de las jornadas por ser un ámbito científico de discusión e intercambio de opiniones para “planificar los desafíos vinculados al cambio climático, la ampliación de la frontera agrícola-ganadera y la mayor presión sobre el bosque nativo”.

La forestación en el marco de los sistemas productivos de la empresa agropecuaria permite aprovechar áreas improductivas debido a que existen sectores en la Argentina que presentan limitaciones de suelo que podrían ser forestados con especies apropiadas.

Entre los beneficios adicionales que aportan los árboles se encuentran los relacionados con la protección del suelo, los cultivos y el ganado. “Con la incorporación de los sistemas agroforestales y silvopastoriles, se maximiza la ocupación territorial y reducen los efectos negativos derivados de la erosión eólica e hídrica”, señaló.

Entre los objetivos del encuentro se destacaron: coordinar esfuerzos, compartir ideas y soluciones para problemas comunes para fortalecer la sinergia y el trabajo en equipo del grupo.

El equipo forestal de Balcarce participa en proyectos de mejoramiento genético de especies de rápido crecimiento como pinos y eucaliptos cuyo destino es la producción de madera para usos sólidos de alto valor y materia prima para la industria celulósica.

El semillero

El empleo de los marcadores moleculares permite cuantificar con mayor precisión la variabilidad genética de huertos semilleros clonales, y compararla con muestras de las poblaciones de mejoramiento de las que provienen.

El cultivo intensivo de especies forestales de rápido crecimiento, bajo la forma de semilla o clones genéticamente mejorados demanda la provisión continua de variabilidad genética que asegure la adaptabilidad, productividad y sostenibilidad del recurso forestal.

En esta línea, el INTA Balcarce cuenta con el único huerto semillero de eucalyptus globulus de la Argentina, que “produce semilla mejorada que se destina a los viveros forestales productores de plantines para plantaciones comerciales en el marco de los planes de fomento forestal nacional y provincial”, indicó el especialista.