Gracias al apoyo financiero ofrecido por la Fundación ArgenINTA, mediante el programa Interris (Innovación Territorial Sustentable), 40 productores minifundistas de Córdoba accedieron a un crédito blando que les permitirá incorporar la producción de leche a su sistema caprino de carne.

Paula Jorge de la Fundación ArgenINTA, jefa del Área Financiamiento de la Unidad Integrada de Apoyo a Iniciativas Rurales (UNIR), destacó la importancia de financiar emprendimientos productivos con dificultades para acceder al sistema financiero convencional, ya que se fomenta el desarrollo territorial, al tiempo que se mejora la calidad de vida de los productores.

Este es el caso del proyecto “Agregado de valor local a la leche residual de crianza de cabritos” de la Asociación Civil Quillague de Córdoba que decidió convertir sus sistemas caprinos de producción de carne en sistemas mixtos de carne y leche, diversificando su producción.

“La producción de cabritos para carne sólo utiliza un mes promedio de la lactancia de los biotipos locales, por lo que quedan disponibles entre 3 y 4 meses de lactancia residual (alrededor de 100 litros) que, actualmente, se tiran”, explicó Rubén Rodríguez, referente de ganadería del INTA Cruz del Eje, Córdoba.

“El eje principal del proyecto es incorporar la comercialización de leche de cabra y productos derivados para mejorar el ingreso neto del productor, posibilitando la permanencia de las familias rurales en la estructura productiva”, explicó Rodríguez.

Así, mediante el aprovechamiento de este período de lactancia residual, 40 productores minifundistas aumentarán sus ingresos al comercializar la leche a dos Pymes locales –Escuela Arturo Capdevilla de Cruz del Eje y Casa Irwo de Huerta Grande– para la elaboración de quesos.

“La financiación solicitada al programa INTERRIS será destinada a los gastos de recolección, mantenimiento del tanque de frío y suplementación de granos de los cabritos”, explicó la jefa de financiamiento de la Fundación.

Pequeños créditos blandos

El programa de la Fundación realiza un apoyo financiero, con devolución a tasa promocional, y con plazos que se adaptan a los procesos productivos de los proyectos. Esta asistencia se destina a proyectos que implementen una innovación tecnológica y que tengan la capacidad de producir una mejora en la vida rural de los actores en el territorio.

Paula Jorge explicó que “los sujetos de este financiamiento son los grupos de pequeños y medianos productores u otro tipo de asociaciones sin fines de lucro, como aquellos relacionados a grupos Profeder” y agregó que los créditos van hasta 300 mil pesos.

En el caso de tratarse de grupos no formalizados, tiene que haber al menos 5 productores asociados y el monto por productor no puede exceder los 20 mil pesos. “De esta manera –indicó Jorge– se ayuda a quienes están fuera del sistema financiero por no estar bancarizados o por tener irregularidades en la constitución jurídica”.

En esta línea, la jefa de financiamiento de UNIR, explicó que el programa INTERRIS tiene 3 componentes: créditos productivos, pequeños aportes a proyectos Profeder (subsidio de hasta 10 mil pesos para cubrir los costos de formalidad de figuras jurídicas) y el componente Aporte No Reembolsable (ANR) para Proyectos Colectivos y Comunitarios.

El número total de proyectos financiados, entre créditos productivos y pequeños aportes a proyectos Profeder, es de 53.

Componente Créditos Productivos

– Número de Proyectos = 45

– Monto Total  financiado = 8.699.951

– Número de prestatarios = 247

– Beneficiarios Totales = 10.877 (incluye beneficiarios directos, beneficiarios indirectos identificables y puestos de trabajo directos)

 

Componente Pequeños Aportes a Proyectos PROFEDER

– Número de Proyectos = 8

– Monto Total  financiado = $ 77.900

– Número de familias beneficiadas = 245