Desarrollo territorial | 28 de julio de 2023

Norte de Santa Fe: el desafío de producir en una región heterogénea

Esta zona de la provincia se caracteriza por la diversidad de ambientes y multiplicidad de realidades socioculturales, productivas y económicas. Frente a este escenario, el INTA trabaja en el territorio para identificar necesidades productivas específicas y desarrollar tecnologías y conocimientos acordes a cada demanda. Del 1 al 3 de septiembre, el INTA Reconquista abre sus puertas para acercar a la comunidad las líneas de trabajo y los logros para la región.

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A diferencia del resto de la provincia, el norte de Santa Fe tiene una oferta diversa de ambientes y actividades productivas que dibujan un escenario heterogéneo con necesidades específicas. Frente a este contexto, el INTA trabaja en el territorio, identifica las demandas y desarrolla tecnologías y conocimientos acordes a cada necesidad. Del 1 al 3 de septiembre, el INTA Reconquista abre sus puertas para mostrar la ciencia y la tecnología al servicio del desarrollo de las comunidades del norte de Santa Fe.

“En el norte de Santa Fe, hay mucha heterogeneidad y una marcada diferencia con el resto de la provincia”, señaló Marcelo Paytas -director del INTA Reconquista, Santa Fe-, al tiempo que se refirió a la diversidad de ambientes y multiplicidad de realidades socioculturales, productivas y económicas de la región.

En este sentido, hizo referencia a las diferencias productivas. “En el este, en el domo oriental y al lado del río Paraná, se encuentran los productores de pequeña escala y todas las cadenas: desde algodón, soja, girasol hasta la frutihortícola, así como las industrias. Está toda la cadena desarrollada, desde el campo a la góndola”, explicó Paytas.

Luego, hacia el oeste, se encuentra la Cuña Boscosa, de bosque. Allí, hay otras producciones: la de la leña, apicultura, producción ganadera bajo monte y animales menores. Le sigue la depresión central de los Bajos Submeridionales donde la ganadería extensiva de cría es la principal actividad. Aquí, el manejo del agua es clave para producir entre los períodos de inundaciones y sequías.

Por último, en el domo occidental, al límite con Santiago del Estero, se encuentran los productores y empresas más grandes, donde se encuentran productores y empresas tanto agrícolas como de ciclo completo en ganadería.

En referencia a las diferencias culturales, Paytas destacó la preponderancia del cooperativismo en el este de la región por sobre el resto de la zona, por lo que cambia la estrategia de abordaje con los productores.

Una diversidad más que se suma a la región es el factor climático. “En este, los suelos tienen un perfil muy poco profundo, por lo que, ante cualquier cambio en el registro de las lluvias, se entra inmediatamente en un estrés hídrico”, explicó. En cambio, hacia el oeste, los suelos son más profundos, con mayor capacidad de almacenar agua. Entonces, ante lluvias erráticas, los cultivos resisten. Además, varían las condiciones de nubosidad y consecuente radiación solar que aumenta hacia el este. “Todos estos aspectos tienen una fuerte impronta en las producciones y marcan las diferencias en los rendimientos”, señalo el director del INTA Reconquista.

 Aportes que acompañan a la diversidad

Frente a la heterogeneidad que caracteriza al norte de Santa Fe, el INTA Reconquista abarca un área de influencia abarca 5.6 millones de hectáreas e incluye los Departamentos de Vera, General Obligado, San Javier y 9 de julio. Allí, se trabaja en el territorio para identificar las necesidades de los productores y las comunidades para dar respuesta con tecnologías, conocimientos e innovaciones.

En este sentido, Paytas reconoció que el abordaje de acompañamiento varía según el tipo de productor y sus necesidades. “Con los productores de estructura familiar se viene trabajando hace muchos años en tecnologías para el acceso al agua, tanto para consumo humano y animal como para riego; al tiempo que se trabaja en arraigo, género y jóvenes, así como en aspectos de agregado de valor y comercialización”.

En cuanto a los productores medianos y grandes, la estrategia cambia y se trabaja junto con las cooperativas y con enfoque organizacional, así como la implementación de tecnologías para la trazabilidad, cada vez más demandado por mercados internacionales.

Lo mismo sucede con el desarrollo de maquinarias, según detalló Paytas, al tiempo que enumeró las cosechadoras de algodón, la de cereales y la de caña de azúcar. “Desarrollamos una máquina con un paquete tecnológico del manejo del cultivo”, aclaró el especialista quien no dudó en subrayar que “el INTA es una institución más que está en el territorio y que, junto con muchos otros actores y socios estratégicos, como son las escuelas, las comunas y los municipios, trabajamos en equipo”.

Abrir las puertas, acercarse a la comunidad

“Abrir las puertas del INTA, acercar el conocimiento, la ciencia y la tecnología a la comunidad es una estrategia de mejora que venimos realizando junto con otras actividades en la experimental”, detalló Paytas.

Del 1 al 3 de septiembre, el INTA Reconquista abre sus puertas para compartir sus logros y tecnologías disponibles para la región. Se compartirán las investigaciones y los avances científicos orientados al sector agropecuario, agroalimentario y agroindustrial.

Es un espacio donde se podrá descubrir y aprender sobre las líneas de investigación en las cadenas productivas presentes en la región, así como el trabajo territorial con grupos y organizaciones tanto rurales como urbanas y periurbanas.

“Va a haber una feria de maquinarias en la que vamos a contar desde los primeros prototipos hasta las que hoy están disponibles a escala comercial”, destacó Paytas.  Además, se refirió al espacio dedicado a la biotecnología y las mejoras en pasturas y cultivos, obtenidos desde que se comenzó a trabajar en la experimental en 2017. “Estos logros responden al fortalecimiento de las cadenas”, detalló Paytas.

A su vez, estarán representadas todas las etapas de los principales cultivos: soja, girasol, algodón, trigo, los cultivos de servicio y la horticultura. Por su parte, habrá un espacio dedicado a la producción animal con ejes de nutrición, sanidad y reproducción.

La muestra también contará con un espacio dedicado a los recursos naturales: en especial, agua, bosque y suelo. Además, se abordarán experiencias de desarrollo que contemplan el agregado de valor, asociativismo y conservación de recursos naturales que se acompañan desde las agencias de extensión rural.

La Muestra Estática tendrá diversos sectores: Ciencia Viva para conocer de cerca de qué se tratan las investigaciones, desde el laboratorio hasta el desarrollo de maquinaria agrícola. En Ámbito Organizacional se presentan las articulaciones con instituciones. En Territorio INTA son protagonistas las acciones que se realizan mediante las Agencias de Extensión Rural.

Con La Matera se proponen temas de interés para compartir una ronda de mates y conversar. La Muestra de Maquinarias expone el desarrollo metalmecánico. La BioFábrica y el espacio de Ambiente y Producción, invitan a conocer la integración de la mirada ambiental a lo productivo.

La Muestra Dinámica se trata de un circuito con paradas en el sector del Suelo, la Unidad de Experimentación en Producción Agroecológica, el Módulo de Producción Animal y el Módulo de Cultivos Intensivos. El programa también incluye durante los 3 días charlas y encuentros programados e intervenciones artísticas y juegos.

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