14 de noviembre de 2017

Gerberas: en hidroponía, se triplica la producción de flores

Un ensayo del INTA San Pedro demostró que, en sustratos y sin suelo, pueden obtenerse hasta 200 ejemplares por planta de alta calidad al año. Además, aumenta la eficiencia en el uso de los recursos y disminuye la aplicación de herbicidas.

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En pleno auge como flor de corte, las gerberas se ubican como alternativa a los claveles debido a su menor precio, multiplicidad de colores y adaptación a diversas condiciones agroecológicas. Sin embargo, su rendimiento y calidad bajo invernáculo no alcanzan su potencial genético.

En este contexto, especialistas del INTA San Pedro –Buenos Aires– implementaron un sistema de cultivo hidropónico para la producción de gerberas que triplica la obtención de flores por planta por año y aumenta su calidad. Además, al prescindir del suelo, tienen menos predisposición a enfermedades e incrementa la eficiencia en el uso de nutrientes y agua.

De acuerdo con José Alfredo Czepulis Casares –especialista del INTA San Pedro, Buenos Aires–, “la hidroponía es una tecnología que supera ampliamente al sistema tradicional a suelo en materia de rendimientos y calidad de las flores producidas”.

En este sentido, puntualizó que un ensayo de producción de gerberas en sustratos y sin suelo obtuvo un promedio de 200 flores por planta al año, el triple de lo que generan los sistemas tradicionales a suelo que logran entre 50 y 150.

“Este sistema es ampliamente superador en materia de rendimientos y calidad de la flor”, señaló Czepulis Casares.

Osvaldo Valenzuela –especialista en sustratos del INTA San Pedro– fue más allá y enumeró algunas de las otras tantas ventajas del sistema como que permite tener una muy alta eficiencia en el uso del agua y los nutrientes, sin vertido de lixiviados a ambiente. Además, la producción hidropónica genera cultivos más vigorosos con una menor incidencia de enfermedades, por lo que se reduce la aplicación de herbicidas.

En referencia a esto, Czepulis Casares subrayó: “En los 8 años consecutivos de producción que lleva el ensayo, sólo sufrimos el 1 % de pérdidas por enfermedades” y lo contrapuso al sistema tradicional a suelo que, debido a las enfermedades radiculares, como la fitóftora, que genera hasta un 30 % de pérdidas de plantas.

Un ensayo de producción de gerberas, en sustratos y sin suelo, obtuvo un promedio de 200 flores por planta al año, el triple de lo que generan los sistemas tradicionales a suelo.

“Con este ensayo –indicó Valenzuela– se demuestra que, aunque con aguas de riego bicarbonatadas sódicas, alcalinas y salinas, es posible la producción del cultivo sin suelo realizando los ajustes necesarios en la concentración de la solución del fertirriego y aumentando el porcentaje de drenaje”.

Entre otras ventajas, Valenzuela explicó que la hidroponía tiene la capacidad de adaptarse tanto la producción en manos de la agricultura familiar, como así también de los grandes establecimientos, al tiempo que generan una mejor calidad de la jornada laboral para el trabajador.

Para el ensayo, se utilizó un sustrato formulado con turba de musgo Sphagnum y perlita con un diseño en bloques completos al azar con dos plantas por metro cuadrado tres cultivares: Dune (flor anaranjada), Ruby Red (flor roja) y Super Nova (flor amarilla).

“Es una tecnología aplicable a todos los sectores, no hay un segmento especifico. Está disponible y es muy simple de implementarla”, indicó Czepulis Casares quien agregó: “Sólo es necesario comprender el sistema”.

Si bien la técnica tiene varios años de desarrollo en el país, últimamente emergió como una alternativa a la falta del suelo. “Hay tres tipos de demanda –especificó Valenzuela–cuando no hay suelos, por tratarse de rellenos para nuevos complejos habitacionales; cuando el suelo está muy degradado por el mal manejo, o bien cuando hay problemas de disponibilidad de tierras en los cinturones hortícolas de las grandes ciudades”.

 

 

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