10 de enero de 2011

Ganadería: mejor prevenir que curar

Daniel Rearte, coordinador del programa Carnes del INTA, brinda recomendaciones concretas para reducir las probabilidades de pérdida por el déficit hídrico.

“Sabemos que hay zonas del país con déficit hídrico, por lo que es importante que los productores ganaderos adopten medidas de prevención para disminuir sus consecuencias. Es muy importante comenzar a tomar medidas en las zonas ganaderas donde todavía no se marcó con intensidad la falta de agua. Es mejor prevenir que curar”, recomendó Daniel Rearte, coordinador del programa nacional Carnes del INTA.

Pablo Mercuri –director del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar– indicó que “la deficiencia hídrica en gran parte de la región pampeana tiende a agudizarse, lo que perjudica a las producciones en marcha y siembras pendientes”.

Asimismo, aseguró que la situación es preocupante pero que, a pesar de ello, no es prudente realizar escenarios o estimaciones de previsión de cosecha: “Aún hay que esperar ya que estamos frente a la posibilidad de precipitaciones en el corto y mediano plazo que mejorarían las expectativas productivas”.

Ante la probabilidad de que la disminución de precipitaciones continúe, Rearte consideró importante tomar medidas preventivas: “En primera instancia, debemos preservar los animales: evitar el hacinamiento en los campos y la sobrecarga de terneros”.

En este sentido, recomendó desprenderse o retirar del pastoreo a las vacas, terneras y vaquillonas para suministrarles alimentos concentrados o granos: “Es conveniente reservar los forrajes en forma de heno para las vacas de cría a fines del verano”.

Con respecto a los vientres, Rearte consideró importante clasificar y controlar los rodeos, separar y monitorear las vacas preñadas y aliviar los requerimientos de los animales mediante un destete precoz: “El ternero más caro es el que no se produce”, explicó, para destacar que para la economía del productor “es fundamental asegurar la preñez en las vacas”.

El técnico remarcó la diferencia entre el déficit hídrico de 2008 y el actual: “Si bien la situación es preocupante no muestra la gravedad de épocas anteriores. La falta de crecimiento de los pastos recién comenzó cuando el período de servicio está en su última etapa, lo que no afecta el número de vientres”.

En cuanto a la alimentación de los animales, el técnico sugirió “no desaprovechar los beneficios de la relación de precio grano-carne y hacer reservas forrajeras de rollos, granos, sorgo y maíz”. En este sentido, Rearte afirmó que “la inversión en suplemento es rentable”.