10 de marzo de 2016

Expoagro: ganadería, un tema clave en la agenda del INTA

En línea con la creciente demanda mundial de carnes, especialistas del INTA desarrollan técnicas para la eficiencia de los sistemas ganaderos. Todos los avances sobre este sector en auge, presentados en la muestra.

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En los últimos 20 años, la producción de carnes mundial aumentó un 68,71 % –pasó de 149,45 a 252,14 millones de toneladas– y se estima que continúe en alza. En este contexto, resulta clave acompañar la tendencia de la mano del aumento de la producción con calidad y sanidad animal para el comercio internacional. Así lo entienden los técnicos del INTA y del Senasa que dieron una charla con perspectivas y recomendaciones en el marco de la décima edición de Expoagro.

También en el stand del Ministerio de Agroindustria de la Nación, se realizó el lanzamiento de la feria “La Nación Ganadera”, que se llevará a cabo del 4 al 7 de mayo en el predio del INTA Balcarce. Además, en el auditorio del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina –IPCVA–, Martín Correa Luna –del INTA Venado Tuerto– presentó el modelo de cría bovina intensiva como una alternativa para consolidar esquemas mixtos en la zona núcleo agrícola.

De acuerdo con la estimación de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) los países en desarrollo serán los responsables del mayor incremento en la producción de carnes.

En este sentido, Enrique Pavan –técnico del INTA Balcarce, Buenos Aires, y uno de los oradores de la charla– aseguró que, entre los principales desafíos que se vienen para la ganadería, se destacan el aumento de la producción, la calidad y la confianza en los mercados internacionales.

Y, en este contexto, aseguró que si bien la capacidad de expansión del área ganadera en nuestro país es limitada, resulta factible incrementar el número de cabezas faenadas en un 10 por ciento. “Para lograr esto –detalló– se requiere un buen manejo del rodeo con técnicas de sanidad, nutrición y genética que nos permita incrementar el índice de eficiencia reproductiva del rodeo nacional de 0,60 terneros por vaca a 0,66 y obtener, así, 1.335.894 de terneros más”.

Asimismo, se refirió a la posibilidad de incrementar el peso promedio de res y pasar de un 20 por ciento de novillos a un 40 por ciento “al incrementar el peso vivo de faena del 20 por ciento de los machos que hoy se faenan como terneros y novillitos en 75 kilos se lograrían 100 mil toneladas adicionales de res con hueso”.

“Para que el producto logrado sea de calidad –explicó Pavan– se debe comenzar a trabajar desde la cría y continuar en la recría y la terminación de los animales”. En cada etapa se define parte del potencial productivo del animal y de las características de calidad de la res/carne. “Como el aumento de peso de faena conlleva un incremento de los costos de alimentación, es necesario trabajar tanto en la generación de recrías de bajo costo como en mejorar las eficiencias de conversión en los corrales”, explicó Pavan.

A su vez, este proceso genera un aumento en carga que requiere el incremento de los niveles de producción, la eficiencia de utilización de los recursos forrajeros y el control de los efectos ambientales indeseables que pudieran generarse.

Por su parte, Ricardo Maresca –técnico del Senasa y otro de los oradores– destacó la importancia de asegurar las condiciones sanitarias y la inocuidad de los productos de origen animal detalladas en el Acuerdo para la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, suscrito por nuestro país en la Organización Mundial de Comercio.

“El aumento en las transacciones comerciales y la interdependencia entre los distintos países del mundo aumenta el riesgo de que, bajo ciertas condiciones, se diseminen agentes patógenos perjudiciales tanto para la salud humana como animal que limitan el comercio internacional”, detalló Maresca.

Y explicó: “El ingreso de un producto de origen animal a un país dependerá definitivamente de la condición sanitaria en su país de origen y del riesgo que represente para el país importador”.

Para evitar esto, los Servicios Veterinarios Oficiales deben garantizar la sanidad animal y la inocuidad de los alimentos de origen animal de exportación para que no representen un peligro, mediante la aplicación de las medidas sanitarias correspondientes.

Ganadería en Balcarce

En el segundo día de Expoagro, Ricardo Buryaile –ministro de Agroindustria de la Nación– anunció la realización de la décima edición de “La Nación Ganadera” que se llevará a cabo del 4 al 7 de mayo en el predio del INTA Balcarce –Buenos Aires–.

“La ganadería es un sector clave y, por eso, hay que recuperarlo para exportar y alcanzar el lugar que la carne argentina tuvo a escala mundial”, afirmó Buryaile.

Del acto, participaron Amadeo Nicora, presidente del INTA; Leonardo Sarquís, ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires; Ulises Forte, presidente del IPCVA y Félix Sammartino, periodista del diario La Nación.

En el segundo día de Expoagro, anunciaron la realización de la décima edición de “La Nación Ganadera” del 4 al 7 de mayo en el predio del INTA Balcarce.

Producciones mixtas

En el tercer día de la muestra, el INTA presentó la cría bovina intensiva –CBI– como un modelo que combina agricultura y ganadería en la zona núcleo de maíz y soja, comprendida por el sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires principalmente. Esta actividad, organizada por el IPCVA en el marco de un ciclo de charlas, convocó a más de 80 personas.

“Es una alternativa desarrollada por el INTA Venado Tuerto que convive con la agricultura, porque comparte los espacios y tiene como objetivo lograr la mejor agricultura con la mejor ganadería”, explicó Martín Correa Luna, jefe de la agencia del INTA en esa localidad bonaerense.

En esa línea, Correa Luna señaló que la cría bovina intensiva consiste en “maximizar las cargas en pasturas y, en zonas agrícolas, aprovechar los rastrojos de cosecha gruesa de maíz y soja para el período en que el ganado tiene menos necesidades”. Por su parte, “en el lapso en que la vaca se encuentra plena lactancia y servicio, consume pasturas de alta calidad y volumen”, agregó.

En el tercer día de la muestra, el INTA presentó la cría bovina intensiva como un modelo que combina agricultura y ganadería en la zona núcleo de maíz y soja.

De acuerdo con el técnico, este tipo de planteos, ya testeados por el INTA en experiencias de más de una década, aumenta la fertilidad del suelo y su contenido de materia orgánica nitrogenada. “Las deyecciones animales ayudan a mejorar la fertilidad química y física del suelo, mientras que los rastrojos que nos brinda la agricultura sirven para la ganadería”, apuntó Correa Luna.

“Siempre se compara la rentabilidad de la vaca de cría en campos más pobres con la de los cultivos agrícolas en los mejores ambientes. Este modelo es un desafío que pone a la vaca de cría en los mejores ambientes productivos, no para reemplazar a los cultivos, sino para complementarlos y lograr un manejo agrícola-ganadero que mantenga los suelos, permita obtener buenos índices de rentabilidad en ambas actividades y diversifique la producción”, explicó Correa Luna.

De esta manera, el especialista destacó la flexibilidad de este esquema para que el productor pueda adecuarse a las diferentes coyunturas de mercado. Asimismo, resaltó el potencial para aplicarlo en otras regiones del país gracias al “buen manejo de pasturas según las condiciones agroecológicas de los ambientes”.