13 de octubre de 2010

Falleció Raúl Ríos, director del INTA Castelar

Raúl Ríos –director del Centro de Investigaciones en Ciencias Veterinarias y Agronómicas del INTA Castelar–, falleció ayer a los 52 años.

Enamorado de su profesión, fue ingeniero agrónomo con orientación en Fitotecnia y obtuvo una diplomatura de estudios avanzados en genética y selección animal y vegetal.

Investigador de la planta permanente del instituto de genética del INTA Castelar, se desempeñó como coordinador de grupos de trabajo, como el de Biotecnología de forrajeras y del área Mejoramiento molecular.

Desde el INTA, participó en la gestación de convenios de vinculación y transferencia tecnológica y cartas acuerdo con empresas.

Como profesor ejerció en las Universidades Nacionales de Luján, UBA, Lomas de Zamora, Morón, Rosario, Balcarce, Mar del Plata y Nordeste.

Su investigación se vio reflejada en más de 25 trabajos publicados en congresos –nacionales e internacionales–, revistas científicas, simposios y una veintena de proyectos de investigación. Además, escribió capítulos en libros técnicos y científicos, claves para el estudio de la genética y la biotecnología.

La tarea de Ríos, se extendió también a la invención. En este sentido, solicitó la patente, junto a otros investigadores, de “Construcciones de ADN que codifican cápsides vacías del virus de la aftosa, vectores, plantas transgénicas, células vegetales, composición de vacunas, composiciones alimenticias y métodos para expresar en dichas plantas cápsides vacías”.

Su prolífica  producción fue presentada en más de 120 congresos, reuniones científicas y más de 30 conferencias dictadas alrededor del mundo a estudiantes, investigadores y técnicos.

La vocación de este investigador por la docencia lo llevó a dirigir tareas de becarios en el INTA y 23 trabajos de tesis de grado, doctorales y posdoctorales de diversas universidades argentinas y españolas.

Ríos pertenecía a la Sociedad Argentina de Genética, al Consejo profesional de ingeniería agronómica y a la Fundación RedBio Argentina. También participó como jurado evaluador de concursos y proyectos, tanto en espacios científicos como académicos.

Por su labor, obtuvo el premio Dr. Francisco Sáez, por la Sociedad argentina de genética y el galardón como notable de la comunidad, otorgado en Luján.

Más allá de su práctica profesional, se lo recordará por su calidad humana, valores, criterios e impulsor permanente del crecimiento del INTA.