Ahora el mimbre se corta con tijeras eléctricas
Productores de la cooperativa Los mimbreros junto con técnicos del INTA y el INTI desarrollaron este prototipo que disminuye el esfuerzo, mejora la postura y la capacidad de trabajo. Además, presentaron una atadora y empaquetadora.
En el Delta del Paraná, los productores dedicados a la producción del mimbre trabajan nucleados en la Cooperativa “Los Mimbreros”. Desde allí y junto a un equipo técnico del INTA y el INTI diseñaron y desarrollaron una herramienta a la medida de sus necesidades: una tijera eléctrica que, además, de hacer eficiente el corte ayuda a mejorar la postura y la capacidad de trabajo.
El prototipo de la tijera eléctrica se desarrolló en el marco de “Proyectos Asociativos de Diseño” una herramienta del Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación (MinCyt) cuyo objetivo es la optimización del proceso productivo de mimbre. La gestión e implementación del proyecto se realizó junto al Centro de Investigación y Desarrollo en Diseño Industrial (CIDI) del INTI.
Marcos Hall, director del Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la pequeña Agricultura Familiar (IPAF) Región Pampeana, destacó que “la necesidad de investigar y desarrollar estas tijeras eléctricas surge a partir de talleres participativos que hicimos con los productores. Detectamos que el corte del mimbre se realizaba de manera artesanal, con una hoz, y que no existía una herramienta que mecanice y les facilite la tarea”.
Así, técnicos del Instituto de Ingeniería Rural del INTA junto a especialistas del Centro de Diseño del INTI realizaron un relevamiento de las tecnologías que existen en el mercado y una evaluación para ver de qué manera se podían adaptar a las condiciones de producción que se registran en el Delta.
De acuerdo con Leonardo Venturelli, técnico del INTA y uno de los participantes en el diseño del prototipo, “en términos generales la evaluación a campo fue muy buena y los resultados muy alentadores. A pesar de que los productores no estaban acostumbrados a su uso, la tijera eléctrica tuvo un rendimiento igual al de la herramienta tradicional”.
Venturelli explicó que con el desarrollo de este prototipo “se mejoraron aspectos ergonómicos de las podaderas actuales, las cuales resultan más económicas y accesibles para los mimbreros”.
Asimismo, Sergio Justianovich, investigador del IPAF, destacó que se trata de “una herramienta que fundamentalmente humaniza el trabajo, porque la etapa de cosecha se realiza en los meses más fríos del año”. Además, agregó: la postura que adopta el trabajador con la nueva tijera hace que se disminuya el esfuerzo, mejore la postura y la capacidad de trabajo.
Como se trata de un prototipo, Venturelli expresó que “el desafío es completar el desarrollo de proveedores para la totalidad de las piezas y a mediano plazo promover la fabricación y comercialización a través de una Pyme local”. Además, agregó que “la tijera podría ser utilizada en actividades de poda de otros cultivos, como frutales”.
La cooperativa Los Mimbreros fue creada en 1988 por un grupo de 40 pequeños y medianos productores. En la actualidad, nuclea a 150 socios, que producen el 75% del mimbre de la región, y trabaja con 70 artesanos, a quienes les vende la materia prima y les compra los productos manufacturados.
Los mimbreros comercializan su propia producción, buscan acotar la acción de los intermediarios y son los únicos que venden mimbre y artesanías desde el Puerto de Frutos en Tigre.
Trabajo participativo
Junto al mismo equipo de trabajo, “los mimbreros” desarrollaron un sistema que permite mejorar los tiempos en el atado y empaquetado del mimbre, un proceso que resulta relevante debido a que es la presentación del producto final y a su vez es la labor que mayor costo insume.
En el marco del Proyectos Asociativo de Diseño se llegó a la construcción de un segundo prototipo. Según Hall, “para llegar al diseño final discutimos con los productores cómo tenía que ser la máquina, avanzamos en el diseño y la elaboración de los planos y armamos el primer prototipo. Luego de haber sido probado en campo por los productores, hicieron sus aportes y una PyME local construyó el segundo que en la actualidad está siendo nuevamente ensayado. “Ese es el camino por el cual se llega a un diseño final”.
“Buscamos mejorar todo el proceso de producción de mimbre, desde las estacas hasta el producto final”, indicó Venturelli y agregó: “Sin dudas que armar y empaquetar los atados influirá en el precio de venta, porque queda más prolijo. Y eso es agregarle valor a la producción”.