16 de mayo de 2014

Riego: eficiencia y precisión en cada gota

El riego por goteo subterráneo maximiza el uso del agua y permite trabajar con perforaciones con poco caudal. Esta tecnología se presentará en la primera jornada a campo que se realizará el 21 de mayo en Córdoba.

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El agua es un recurso escaso. Según la FAO, la agricultura consume el 70% del agua dulce de mundo. En este sentido, el desafío es ser eficientes en su uso y producir más con menos agua. Por esto, técnicos del INTA Manfredi, Córdoba, incorporaron la temática del riego por goteo subterráneo. Una tecnología que permite maximizar el uso del agua en el lote.

Aquiles Salinas, especialista en riego del INTA, destacó la importancia de ajustar al máximo el riego. “Cada milímetro de agua que el productor aplica a un cultivo debe ser con la máxima eficiencia posible debido a que no sólo ahorra dinero, sino que además, realiza un uso racional de los acuíferos”, expresó.

En general, e independiente si el sistema de riego es un pívot, cañón, aspersión, o goteo subterráneo, la aplicación de agua, le permite al productor reducir los riesgos de la variabilidad climática, lo que significa mayor estabilidad a la empresa agropecuaria. Por esto, el INTA Manfredi organiza la primera jornada de riego por goteo, que se realizará el 21 de mayo.

Si bien la tecnología de riego subterráneo no es nueva, su aplicación en cultivos extensivos como soja, trigo y maíz y, en un sistema de siembra directa continua, plantea un nuevo desafío. “Nuestra intención no es desarrollar un sistema superador a lo que existe”, dijo Salinas y agregó: “Buscamos alternativas que puedan adaptarse a diferentes ambientes y circunstancias”.

Los primeros ensayos realizados en el INTA Manfredi, buscan determinar a campo los resultados que se obtuvieron en laboratorio: el riego subterráneo tiene una eficiencia superior al 90% en el uso del agua, sumado a que no requiere grandes caudales y estabiliza los rindes de cereales y oleaginosas.

De acuerdo con Salinas, “el sistema se entierra unos 25 a 30 centímetros bajo la superficie y permite administrar los riegos con laminas menores pero con más frecuencia a lo largo del ciclo”. Como la gota de agua se deposita bajo tierra, se reduce al máximo las pérdidas por problemas de viento (deriva), temperatura (evaporación directa), interferencias de canopias de cultivo o cualquier impedimento climático. “Otra de las ventajas, es que se puede llegar a regar el 100% del lote, independiente de su forma, si la disponibilidad de agua y el desarrollo del proyecto fueron adecuados”, indicó.

Una tecnología en desarrollo

El riego subterráneo, en el INTA Manfredi, está todavía en vías de investigación. “Lo estamos implementando en 12 hectáreas”, indicó Salinas y aclaró: “Por lo pronto, lo estamos probando en lotes con rotación clásica de trigo-soja-maíz. Vamos a ampliar la superficie e incorporar forrajeras, básicamente alfalfa y raigrás. A partir de los primeros resultados, podremos aportar información para definir cuál es la mejor distancia de distribución de las mangueras en función del caudal y ver cómo se desempeñan los cultivos”.

Con entrada gratuita y con un cupo limitado a 200 asistentes, la jornada a campo que organiza el INTA, prevé una recorrida por los lotes. Allí, se podrá ver en 4 estaciones, el sistema de captación, bombeo y filtrado de agua, aspectos relacionados al fertirriego, cuestiones relacionadas a la distribución por goteo, y finalmente temas de control y mantenimiento de los equipos. “Este encuentro es el resultado de la articulación publico-privada con las empresas John Deere Water y Netafim”, señaló el técnico del INTA.

 

 

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