15 de enero de 2014

Chivos criollos del Norte de Neuquén, tradición que hace la diferencia

Fueron el primer alimento de la Argentina con certificación por su denominación de Origen (DO). Un logro de productores y comercializadores de la región, junto al INTA y a la provincia de Neuquén.

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Por Elso Leandro Bertoya Ministro de Desarrollo Territorial Gobierno de la Provincia de Neuquén

El 17 de diciembre de 2011 marcó un hito en la historia económica de la provincia de Neuquén para los crianceros trashumantes, que se concentran principalmente en la zona Norte y Centro. Ese día se llevó a cabo un almuerzo en la localidad de San Patricio del Chañar –reconocida mundialmente por la calidad de los vinos que produce desde hace poco más de una década– donde se presentó formalmente el Chivo Criollo con Denominación de Origen.

Ese día, después de mucho esfuerzo para crear nuevos caminos de comercialización, los chivitos del Norte neuquino se convirtieron en el primer alimento de la Argentina certificado por una legislación impulsada desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

En mi calidad de ministro de Desarrollo Territorial de Neuquén –una cartera que nuclea el área productiva de la provincia, entre otras– viví ese día con una enorme satisfacción. Por lograr poner en valor una actividad cultural e histórica. Por transitar un camino sin huellas hacia el reconocimiento de un producto de excelente calidad y haber coordinado esfuerzos con varias entidades durante tanto tiempo para llegar a un objetivo que era un viejo anhelo para los neuquinos.

La Denominación de Origen (DO) implica para los productores cumplir con el seguimiento de estrictos protocolos de calidad y los usos tradicionales de la crianza extensiva de caprinos, que se caracteriza por la trashumancia y la cría de la cabra criolla neuquina.

Esta característica, que le otorga un valor distintivo al chivito, es un logro de productores y comercializadores del Norte neuquino, acompañados y asesorados desde el año 2004 por diferentes instituciones como el INTA Bariloche y la Agencia de Extensión Rural que ese organismo nacional tiene en Chos Malal, junto al acompañamiento del Centro PyME Adeneu, la Agencia de Desarrollo Económico del Neuquén.

Con el sello que tiene la DO, el comprador se asegura la calidad del producto, elaborado bajo determinadas condiciones, con ciertos mecanismos, tanto en la producción como en su comercialización, asegurando la sustentabilidad, la distribución equitativa de la renta en la cadena y la participación de los actores en todo el proceso.

De esta manera, desde el gobierno provincial tratamos de brindarle al consumidor la seguridad de adquirir un producto de primera calidad –uno de los mejores chivitos del mundo– que se caracteriza y tiene sus orígenes en la trashumancia, en nuestra cultura y nuestras raíces.

Actualmente, sólo en la zona Norte de la provincia del Neuquén desarrollan su actividad más de 1.500 familias de pequeños productores que se dedican a la crianza extensiva de caprinos. Nuestro compromiso hoy es preservar esta actividad no sólo por la importancia económica que implica para esas familias, sino también por la identidad cultural de la provincia. Es un legado histórico que se hereda a través de las generaciones y para nosotros también es motivo de interés turístico.

Por ello, recientemente hemos desarrollado y presentado el Operativo Trashumancia, un plan para resguardar nuestras tradiciones, prevenir accidentes viales y difundir el valor de esta actividad para las personas que visiten la belleza de los paisajes en esta zona.

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