Desarrollo local | 11 de julio de 2023

Mujeres hilanderas agregan valor a la producción ovina

Con el apoyo del INTA, en la Chacra Experimental Bellocq -Buenos Aires- se conformó una Red de mujeres rurales hilanderas que tiene como objetivo impulsar y fomentar la producción artesanal del hilado de lana de ovejas. Organizada en nodos, esta red busca agregar valor a la materia prima que se obtienen de la esquila y generar un producto de calidad que pueda ser comercializado.

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La Red de Mujeres Hilanderas del Centro Oeste Bonaerense es un grupo de trabajo de mujeres rurales organizado en nodos por pueblos, en torno a la Chacra Experimental Bellocq, del Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense. Impulsado por el proyecto presentado en el marco de la Ley Ovina y el programa ProLana, esta red brinda asesoramiento y capacitación a mujeres rurales de la zona, con el fin de agregarle valor a la materia prima que se obtiene de la esquila de las ovejas.

Este proyecto se inicia como respuesta a la necesidad de las familias rurales productoras de la zona de hacer algo con la lana, producto de la esquila. A partir de ello, se comenzó a capacitar en el hilado de la lana de oveja. Carolina Estelrrich –responsable de la Chacra Experimental Bellocq– explicó que, en el marco de la Ley ovina, se brindó capacitación en la Chacra con instructores especializados en hilado. “Ese fue el puntapié inicial”, afirmó.

Ante la demanda provenientes de pueblos y parajes aledaños a Bellocq, donde muchas mujeres estaban interesadas en aprender a hilar, se comienza a conformar la red, agrupando en nodos a las trabajadoras rurales.

Estelrrich explicó: “La demanda empezó a superar nuestras posibilidades, por lo cual nos unimos al INTA para pensar en una red que pueda coordinar a estas mujeres interesadas cuyos lugares de residencia podían estar a más de 150 kilómetros unas de otras”.

Respetando los tiempos y costumbres de cada mujer rural, la red, conformada por más de 30 mujeres, promueve este trabajo como oportunidad de aprendizaje y como una salida laboral. Laura Harispe, extensionista de INTA Carlos Casares –Buenos Aires– afirmó: “La meta que buscamos es que aprendan a hilar y a teñir de manera artesanal con un recurso que está en el medio o es de fácil acceso como lo es la lana de oveja”.

En este sentido, Mariana Coliqueo, extensionista de INTA Pehuajó –Buenos Aires– explicó: “Nos parece importante fortalecer esta red de mujeres generando intercambios y espacios para que se capaciten conjunto”, y agregó: “Es por eso que surgió esa forma de organizarse en nodos, donde se reúnen según una periodicidad a hilar en conjunto y cada tres meses se vuelve a la chacra a hacer capacitaciones en diferentes temas que también definen en forma conjunta”.