“El VAO es una oportunidad para el arraigo de los jóvenes”
Lo aseguró Francisco Anglesio, presidente del INTA, en el encuentro INTA VA realizado en San Juan, donde se presentaron tres experiencias exitosas de transformación local de las materias primas con asociativismo.
Con la presentación de los casos exitosos del melón de Media Agua con denominación territorial, de un grupo de olivicultores de San Juan que integran procesos productivos e industriales y de los vitivinicultores de Calingasta, asociados para fabricar vinos caseros, INTA VA llegó a San Juan para promover estas experiencias de transformación local.
En la apertura del encuentro, que tuvo lugar en el Museo Provincial de Bellas Artes, Francisco Anglesio, presidente del INTA, resaltó la importancia de avanzar en procesos tecnológicos agroindustriales para agregar valor en forma sustentable. “Los límites de la frontera agrícola están prácticamente al límite de su expansión”, aseguró.
En esa línea, agregó: “Con tecnologías, como es el caso de las que se aplican al riego o la biotecnología y con valor agregado en origen es posible transformar ese alimento que nos permitió ser el gran granero del mundo en carne o desarrollar distintos productos, e incluso algunos con denominación de origen”.
INTA VA tiene como misión incorporar a zonas de cultivos regionales estratégicos, como la caña de azúcar, la vitivinicultura, la citricultura, la piscicultura, la olivicultura y la producción de nueces, entre otras actividades, al proyecto de valor agregado, que promueve desde hace varios años el INTA, con importantes resultados en otras cadenas.
Anglesio se refirió al impacto de estos proyectos en la generación de puestos de trabajo y al desarrollo local. “Entendemos que el valor agregado en origen es una oportunidad para el arraigo de los jóvenes a sus comunidades”, expresó.
También resaltó el potencial existente y las herramientas que ofrece el Estado para aprovecharlo. “Tenemos las capacidades, la mano de obra, la producción y ese crédito que es necesario para la transformación”, consideró. “Hay que ayudar a los productores a que puedan integrarse y a que accedan al financiamiento y para eso tenemos a la Fundación ArgenInta”, indicó.
Por su parte, Marcelo Alos, ministro de la Producción y Desarrollo Económico de San Juan, consideró valiosos “estos modelos que implican la inclusión” y que permiten “que el pequeño productor pueda generar valor agregado en origen para que participe de la cadena”.
Además, destacó la importancia del trabajo articulado entre el INTA y la provincia y advirtió: “Estas cosas sólo se pueden hacer si seguimos trabajando juntos”.
El proyecto INTA VA tiene como misión exponer regionalmente la metodología de trabajo a los productores pequeños y medianos, para que puedan proyectarse en integraciones horizontales y verticales dentro de la cadena en la que se desenvuelven y participen de los eslabones donde existe más renta con la industrialización de su materia prima, mediante la formación de empresas pequeñas y medianas asociativas donde logren escala.
Mario Bragachini, del Programa Nacional Agroindustria y Agregado de Valor del INTA, recordó: “Desde del 2007 estamos trabajando con esta idea”. Y agregó que se trata de “mejorar la renta, mejorar la cantidad de puestos de trabajo y el nivel de vida del sector agropecuario”.
El especialista expresó que la “Argentina es un país muy desarrollado desde el punto de vista de la producción granaría”. También recalcó su posicionamiento como referente en “cultivos frutihortícolas. Y agregó: “Pretendemos serlo de carne y otros productos con valor agregado en origen para el mundo”.
En este sentido, señaló que San Juan tiene una excelente oportunidad con la producción de jugo de uva, ajo, aceite de oliva, aceitunas preparadas, pasas de uva, vino y jugos de manzana.
Junto con Anglesio, estuvieron presentes Andrés Díaz Cano –secretario de Agricultura, Ganadería y Agroindustria de San Juan–, Sandra Barceló Obredor –secretaria de Industria, Comercio y Servicios de la provincia–, Juan Manuel Fernández Arocena –director nacional asistente de Sistemas de Información, Comunicación y Calidad del INTA–, José Gudiño –director del Centro Regional Mendoza San Juan–, Maximiliano Battistella –director del INTA San Juan–, representantes de municipios y técnicos del INTA en la región.
Melón con calidad certificada
Más de 100 agricultores familiares en la localidad de Media Agua –San Juan– producen un melón con el sello de calidad Indicación Geográfica (IG), logro que alcanzaron junto al INTA, el gobierno de San Juan y el municipio de Sarmiento, entre otras instituciones. Este fue uno de los tres casos expuestos durante la jornada de INTA VA, para mostrar de qué manera se puede impulsar el desarrollo territorial y el agregado de valor en origen.
De acuerdo con Débora Lavanderos –técnica del INTA Media Agua y colaboradora del proyecto–, “el melón es un producto alimenticio que sólo puede venderse en fresco sin ningún tipo de industrialización”. Por esta razón, la “única manera de agregarle valor a la producción era la obtención de un sello de calidad”, observó.
Entre los objetivos de la creación de la IG, trabajaron en la asistencia a la promoción de la agricultura en general y de su cultivo. “También nos enfocamos en el incremento de la rentabilidad mediante el resguardo del prestigio comercial del melón de Media Agua, como así también su autenticidad y originalidad”, aseguró.
Esa indicación permite que “los melones de la región se distingan sobre otros similares por su calidad garantizada y de origen, lo que impacta y mejora su posicionamiento y comercialización en los mercados”, sostuvo.
Mediante una reconstrucción colectiva, definieron las características particulares del melón que producen, los rasgos naturales y geográficos de la región y los saberes de quienes los cultivan.
Con el trabajo articulado de varios organismos del Estado, consensuaron un protocolo de los parámetros productivos, normas de inocuidad, cualidades físico químicas y organolépticas y demás aspectos técnicos. Con esa información, construyeron la indicación geográfica.
Su aprobación es la etapa final de un extenso trabajo realizado desde 2010 por la Mesa para el desarrollo del Melón –integrada por productores meloneros y referentes del INTA Media Agua y el Área de Producción de la Municipalidad de Sarmiento– y el Ministerio de Producción de San Juan.
Además, contó con el apoyo del Programa de Gestión de Calidad y Diferenciación de Alimentos (PROCAL II), el Programa de Desarrollo de Áreas Rurales (PRODEAR), el Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP) y la Secretaría de Agricultura Familiar en San Juan, todos dependientes del Ministerio de Agricultura de la Nación.