01 de diciembre de 2011

Arándanos: exportar como recién cosechado

Investigadores del INTA determinaron que el almacenaje con atmósfera controlada permite extender la vida de las frutas en postcosecha y retardar el proceso de maduración.

Ensayos realizados en el INTA Famaillá –Tucumán– demostraron que es posible determinar el máximo período de conservación de una variedad de arándanos –O`Neal– sin perder sus atributos de calidad, mediante la aplicación de una atmósfera controlada (2% de oxígeno y 15% de dióxido de carbono).

El trabajo demostró que este tratamiento evitó la pérdida de peso hasta los 30 días de conservación, mientras que el testigo –con aplicación de frío convencional– ocasionó una pérdida de peso de 9,4 %.

Soledad Carbajo, especialista en frutihorticultura del INTA tucumano explicó que “las tecnologías de almacenaje en frío y de atmósferas controladas retardan el proceso de envejecimiento y permiten extender la vida de postcosecha”.

En esta provincia, la exportación de arándanos a mercados internacionales implica un transito extenso de la fruta lo que significa pérdidas significativas en producción. Para lograr un buen producto es fundamental determinar condiciones ideales de manejo durante la cosecha.

“Bayas bien desarrolladas, sanas, con madurez apropiada según el color, contenido de azúcares y firmeza, son las condiciones mínimas que cada fruto debe reunir cuando hablamos de calidad”, indicó la especialista.

En lo que respecta a la proporción de azúcar (ºBrix) las diferencias fueron significativas: el tratamiento con atmósfera controlada mantuvo los valores de ºBrix (17,6) a lo largo del periodo evaluado, mientras el tratamiento con frío convencional mostró un incremento de ºBrix (19,3) hacia los 30 días de conservación.

Carbajo: “Tecnologías de almacenaje en frío y de atmósferas controladas retardan el proceso de envejecimiento y permiten extender la vida de postcosecha”.

Como perlas cultivadas

El 53% de esta fruta se exporta a los Estados Unidos, mientras que el resto se comercializa en el Reino Unido y en los Países Bajos, según un documento elaborado por el Instituto de Desarrollo Productivo (IDEP) de Tucumán.

Fernando Martorell, a cargo de la promoción de exportaciones del IDEP aseguró que durante el 2011 la producción de la fruta alcanzó las 8.000 toneladas lo que significó un aumento del 20%, con respecto al año anterior.

Los arándanos se destacan por sus cualidades hipocalóricas, antioxidantes, nutritivas y medicinales. Su cultivo en la Argentina se extiende en unas 1.200 ha en Tucumán, lo que representa el 46% de la superficie total del país.

Entre los factores que favorecen el desarrollo de la producción están “los buenos precios que se obtienen cuando la exportación comienza temprano”, dijo Martorell quien además agregó que “de las ocho mil toneladas que se cosecharon, la mitad se destinó para consumo en fresco y el resto es para la industria: elaboración de mermeladas y dulces”.

Para Carbajo, la importancia de lograr un buen producto poscosecha radica en que “la Argentina posee características agroecológicas diferenciales que le permiten obtener fruta de primicia destinada principalmente al hemisferio Norte –Estados Unidos, Canadá y Unión Europea–”.

Su cultivo tiene una atrayente ventaja, debido a ser un producto en contra estación. “Con el uso de variedades tempranas, un buen manejo planificado y aplicación de tecnología, la Argentina tiene la posibilidad de producir desde octubre y posicionarse en el mercado internacional de las frutas finas”, señaló la especialista.

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