14 de febrero de 2018

Cómo desinfectar el suelo con técnicas sustentables

De la mano del proyecto “Tierra Sana”, el INTA impulsa alternativas como la solarización, el vapor de agua y la biofumigación para sustituir el Bromuro de Metilo en los cultivos de frutilla, flores de corte y hortalizas.

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La Argentina adhiere al Protocolo de Montreal y al Convenio de Viena, por lo que se compromete a reducir el uso de las sustancias que agotan la capa de ozono, como el Bromuro de Metilo. Se trata de un gas ampliamente usado en el sector agrícola en tratamientos de control de plagas y desinfección de suelos o sustratos. El INTA impulsa alternativas como la solarización, el vapor de agua y la biofumigación para sustituir el bromuro de metilo en los cultivos de frutilla, flores de corte y hortalizas.

Analía Puerta –coordinadora nacional del proyecto Tierra Sana– aseguró que “se logró una sustitución del Bromuro de Metilo en casi la totalidad de las regiones que utilizaban bromuro gracias a la implementación de alternativas desarrolladas por los técnicos del INTA junto a los productores”.

Y agregó: “El proyecto consiste en la sustitución del bromuro de metilo utilizado como desinfectante de suelos y sustratos en los cultivos de frutilla, hortalizas bajo cubierta y ornamentales”, al tiempo que destacó el rol del INTA quien acompaña al productor en la etapa de reconversión tecnológica.

En referencia a las alternativas sustentables, aseguró que “existen alternativas químicas, como los fumigantes alternativos (1,3 dicloropropeno + cloropicrina; Metam Sodio; Metam Amonio,), alternativas físicas y biológicas como la solarización, el colector solar  y el vapor de agua, además de la biofumigación”, detalló Puerta.

Entre las técnicas no contaminantes para la desinfección del suelo se destacan la solarización, la biofumigación y el vapor de agua. La primera es el uso de la energía solar para pasteurizar el suelo con la finalidad de disminuir la población de patógenos y malezas sin utilizar plaguicidas de síntesis química.

“Para esto, se cubre el suelo previamente laboreado, con un polietileno transparente y al cabo de 30-45 días dependiendo de la región, se consigue la pasteurización del suelo”, detalló Puerta.

Por otro lado, se refirió a la biofumigación como una alternativa biológica que se sigue la misma metodología, pero además se agregan residuos orgánicos, preferentemente de crucíferas (coles) que al descomponerse liberan sustancias naturales con el mismo efecto que los químicos de síntesis, pero siendo naturales.

A su vez, está el uso del “vapor de agua”, que consiste en elevar la temperatura de la mano de la energía solar a fin de eliminar las plagas y las malezas presentes en los suelos o sustratos.

Entre las alternativas físicas y biológicas se destacan la solarización, el colector solar y el vapor de agua, además de la biofumigación.

Una tierra sana es posible

El proyecto “Tierra Sana” impulsa la reconversión tecnológica de los productores de frutilla, hortalizas bajo cubierta y ornamentales a fin de reemplazar el Bromuro de Metilo en la desinfección de los suelos y sustratos.

Es que se trata de un fumigante que, al igual que otras sustancias químicas, como los Halones y los Clorofluocarbonados, agota y daña la capa de ozono y es perjudicial para la salud de quienes lo manipulan.

Para esto, se designó a la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) como agencia implementadora y al INTA como ejecutor tecnológico de proyectos de eliminación de bromuro, mediante actividades de extensión, charlas, demostraciones y reuniones.

El proyecto está estructurado en una coordinación nacional con equipos técnicos regionales (ETR), con sede operativa en las agencias de extensión y experimentales del INTA ubicados en el AMBA, Mar del Plata, Santa Fe, Bella Vista (Corrientes), Famaillá (Tucumán), Yuto (Salta/Jujuy), Cruz del Eje (Córdoba) y La Consulta (San Juan).

 

 

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