03 de julio de 2017

Chaco Frutal: un emprendimiento con sello de calidad

Con el apoyo del INTA, seis familias de productores duplicaron su elaboración de conservas dulces y obtuvieron la certificación para trabajar bajo la marca “Chaco Produce”. Distinción que garantiza productos elaborados con materia prima y mano de obra chaqueña.

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Gracias al asesoramiento y acompañamiento del INTA, el emprendimiento asociativo “Chaco Frutal” obtuvo el sello de calidad en origen bajo la marca “Chaco Produce”. Esta distinción garantiza que las conservas dulces elaboradas sean con materia prima y mano de obra chaqueña, al tiempo que cumplen con los trámites tributarios y habilitaciones correspondientes. Se trata de uno de los proyectos especiales del ProHuerta, el programa que llevan adelante el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el INTA.

Diego Alcalde –emprendedor del Grupo Chaco Frutal– aseguró que gracias al apoyo que le dio la provincia y a la gestión del INTA, obtuvieron una serie de herramientas necesarias que les permitió duplicar y diversificar su producción: “Tuvimos un gran impulso. La ayuda fue fundamental para enfrentar y sostener la demanda”.

Y recordó los inicios del emprendimiento: “Nos acercamos al INTA en busca de asesoramiento con respecto a la elaboración de conservas, nos juntamos los interesados y formamos el grupo Chaco Frutal, de un modo asociativo y cooperativo”.

“Si bien ya teníamos experiencia en conservas, el proyecto nos capacitó y asesoró para que nos asociemos”, detalló Alcalde, a su vez, puntualizó: “Arrancamos de la mano del INTA y la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) con un programa especializado para el tratamiento de los alimentos para la elaboración de conservas”.

Chaco Frutal es un emprendimiento que se dedica a lo que es elaboración de conservas dulces de mamones y naranjas, como así también mermeladas con frutas orgánicas obtenidas por los productores de la zona. Los productos se comercializan con el tradicional mecanismo del “boca en boca” y en algunos comercios de la zona.

“Como a la gente le gustaba nuestros productos, empezamos a pensarlo como una fuente de ingreso y ya no sólo como una excusa para reunirnos y hacer lo que nos gusta”, explicó Alcalde quien reconoció que su verdadero objetivo hoy es “constituir una cooperativa”.

“Gracias al nuevo equipamiento que recibimos duplicamos la producción y pasamos de elaborar entre 100 y 120 frascos por semana a 250”, señaló el emprendedor quien se mostró agradecido por poder trabajar en una sala de elaboración modelo que les permite obtener alimentos aprobados y homologados con los permisos de bromatología.

Asimismo, le recomendó a los emprendedores que “promuevan la gestión y elaboración de sus productos”. Y agregó: “Amamos lo que hacemos y espero que otros puedan ver este trabajo y se animen, sin prejuicios, a sumarse al programa Chaco Produce”.

Este emprendimiento fue beneficiado en la primera convocatoria de los Proyectos Especiales de ProHuerta, el programa que llevan adelante el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y el INTA.

Así, enmarcado en la línea Valor Agregado, obtuvieron equipamiento para aumentar el volumen de producción y la posibilidad de elaborar sus productos en instalaciones habilitadas. Esto último fue un requisito indispensable para obtener el sello Chaco Produce.

Este logro es un paso más en la consolidación de un emprendimiento que genera un producto artesanal, basado fuertemente en lazos de solidaridad y de cooperativismo.

Chaco Produce, un programa basado en la cooperación

Con el fin de aumentar el consumo de productos regionales y potenciar su comercialización, el programa Chaco Produce certificará productos chaqueños que cumplan con los requisitos de producción, calidad y legalidad.

Para poder trabajar bajo esta marca y, con ello recibir la certificación, los productores deben cumplir con tres requisitos: producción e identidad, calidad y legalidad. Es decir, que tanto la mano de obra como las materias primas utilizadas para la elaboración de productos deberá ser regional.

Además, tendrán que cumplimentar con las habilitaciones establecidos por la Subsecretaría de Habilitación Municipal y/o Dirección de Bromatología de la Provincia, por el Servicio Nacional de Sanidad Animal y Calidad Agroalimentaria dependiendo del caso. A su vez, los emprendedores deberán estar inscriptos en la AFIP y la Administración Tributaria Provincial (ATP).

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