17 de noviembre de 2010

Arándanos: en busca de una mayor calidad

Una cosecha temprana y planificada permite conservar los atributos de calidad y la vida de poscosecha de la fruta.

Para lograr un buen producto es fundamental determinar condiciones ideales de manejo durante la cosecha. “Bayas bien desarrolladas, sanas, con madurez apropiada según el color, contenido de azúcares y firmeza, son las condiciones mínimas que cada fruto debe reunir cuando hablamos de calidad”, explicó Soledad Carbajo, especialista en frutihorticultura del INTA Famaillá –Tucumán–.

Entre 25-30 días después de iniciada la cosecha, comienzan a evidenciarse niveles de ablandamiento y aumento de podredumbres, principalmente por Alternaria tenuisima. “Las condiciones más adecuadas para cosechar serían hacerlo con baja humedad relativa y sin rocío, proteger la fruta de la insolación y trasladarla lo más rápido posible al empaque para su procesamiento y posterior enfriamiento”, explicó Carbajo.

Resistiendo a la podredumbre

En Tucumán, Alternaria tenuissima Wiltshire es el agente causal de una de las podredumbres de poscosecha de mayor prevalencia en los cultivos de arándano, “con niveles de pérdida que pueden llegar al 100%, principalmente en aquellas variedades más susceptibles”, indicó Pablo Velázquez, del INTA Famaillá.

Las recomendaciones para disminuir las pérdidas ocasionadas por esta podredumbre son el “empleo de cultivares resistentes, aplicaciones preventivas de fungicidas específicos, eliminación de inóculo y una adecuada manipulación de la fruta durante la cosecha, el transporte y el almacenamiento”, expresó Velázquez

Ensayos realizados, por ese grupo de trabajo, en la zona productora de la provincia –departamentos de Monteros y Chicligasta– determinaron como factor clave para reducir la incidencia de este hongo “la interacción variedad-momento de cosecha”, lo que posiciona a “Misty” como un cultivar de muy buen comportamiento, por tener buena firmeza y sabor.

Según Velázquez, de un total de seis variedades evaluadas, las de mejor comportamiento fueron Blue Crisp y Emerald, mientras que la más susceptible fue O’Neal. “Características epidérmicas del fruto como la firmeza, sumado a las condiciones climáticas prevalecientes –mayores precipitaciones registradas en el período de cosecha–, afectan significativamente a la calidad de los frutos”.

De exportación

Los arándanos se destacan por sus cualidades hipocalóricas, antioxidantes, nutritivas y medicinales. Su cultivo en la Argentina se extiende en unas 1.200 ha en Tucumán, lo que representa el 46% de la superficie total del país.

Según Carbajo, la importancia de lograr un buen producto poscosecha radica en que “la Argentina posee características agroecológicas diferenciales que le permiten obtener fruta de primicia destinada principalmente al hemisferio Norte –Estados Unidos, Canadá y Unión Europea–” .

Su cultivo tiene una atrayente ventaja, debido a ser un producto en contra estación. “Con el uso de variedades tempranas y un buen manejo planificado, la Argentina tiene la posibilidad de producir desde octubre y posicionarse en el mercado internacional de las frutas finas”, señaló la especialista.     Más información:

Soledad Carbajo – INTA Famaillá scarbajo@correo.inta.gov.ar

Pablo Velázquez – INTA Famaillá pvelazquez@correo.inta.gov.ar