24 de junio de 2016

En el NOA, la quinoa se produce con tecnología innovadora

Como resultado de la articulación público-privada, grupos de productores familiares de Salta, Jujuy y Catamarca recibieron maquinaria de postcosecha que mejorará su calidad de vida y aumentará la productividad.

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Con el fin de mejorar la calidad de vida de los productores familiares de quinoa de la región NOA, como así también aumentar la producción y sus ingresos, varias comunidades de Salta, Jujuy y Catamarca recibieron maquinaria de post cosecha: una trilladora y una clasificadora. Esto surge como resultado de la articulación público privada, de la que participó el INTA.

Así, y como consecuencia de un proceso de selección participativa y desarrollo tecnológico, la Comunidad Unida de Molinos de Seclantás –Salta–, el grupo Pre Cooperativo Tika Quinua de Yavi, la Comunidad aborigen Rodero –Jujuy– y un grupo de productores de Santa María –Catamarca– recibirán una trilladora y una clasificadora.

Mediante la entrega de esta maquinaria de postcosecha, se busca mejorar las oportunidades de las familias productoras de la región, aportar al desarrollo de la economía local y regional, como así también contribuir a la seguridad agroalimentaria.

Para Damián Alcoba –director del Instituto para la Pequeña Agricultura Familiar (IPAF) del INTA en la región NOA– “la quinua es un cultivo traccionador de un sistema de producción agroecológica que, al fomentar el acceso a la tecnología, se habilita el incremento tanto en cantidad como en calidad, en favor de las familias de la región andina”.

Por su parte, Celeste Goldsberg –técnica del IPAF NOA INTA– destacó la entrega de la trilladora y clasificadora por tratarse de “un aspecto muy importante del proceso de acceso a la tecnología” e indicó que el Estado debe asumir el desafío de potenciar el desarrollo nacional en forma participativa e involucrar el tejido industrial local para su fabricación.

Como primera instancia del proceso de innovación tecnológica para el sector de la agricultura familiar, los agricultores –de un modo participativo– seleccionaron las semillas. Luego, eligieron los distintos materiales con criterios locales respecto de altura de planta, tamaño y color de la panojas. Finalmente, se desarrolló la etapa de obtención y el acceso a las tecnologías de post cosecha.

La entrega de la maquinaria es producto de la articulación entre el gobierno de Jujuy, las comunidades de Salta, Catamarca y Jujuy, la Fundación Nueva Gestión, la Fundación ArgenINTA, la empresa FLAMA S.R.L. y el IPAF NOA y el INTA Abra Pampa. Asimismo, se contó con el financiamiento del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales –PROSAP– y Unidad para el Cambio Rural –UCAR–.

Quinoa, pequeño gran tesoro

En un contexto mundial con una fuerte demanda de productos naturales y nutritivos, la quinua es uno de los cultivos andinos y ancestrales más solicitados por los consumidores y con mejores perspectivas económicas de los últimos años.

Se trata de un grano andino sin gluten y con un alto contenido en proteínas, calcio, fósforo, hierro y magnesio. El grano se consume de manera similar al arroz o molido en harinas. Además, tiene con gran adaptabilidad al medio, tolerancia a la escasez de agua y resistencia a enfermedades.

En la Argentina, esta producción aún es incipiente y de autoconsumo con sólo 80 hectáreas en el NOA –un promedio de media hectárea por productor–. Ahora, que la poscosecha es mucho más fácil, se podrá fomentar esta actividad en la región.

Entrevista a Damian Alcoba

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