26 de octubre de 2015

Premio al ingenio y creatividad de investigadores del INTA

El reconocimiento fue para la vacuna contra la diarrea viral bovina. Entre los desarrollos del instituto también se destacaron un corazón artificial para asistir a niños y un kit para el diagnóstico de la neosporosis bovina.

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Con el foco puesto en lo ecológico, la salud, el desarrollo productivo y tecnologías para la discapacidad se realizó Innovar 2015. Más de 1.300 proyectos se presentaron en la edición de este año, de los cuales 45 fueron galardonados en 11 categorías, por su diseño, tecnología y originalidad. Entre ellos, se destacaron tres trabajos del INTA: la vacuna contra la diarrea viral bovina –que recibió el mayor galardón del concurso–, el corazón artificial para asistir a niños y un dispositivo para el diagnóstico de la neosporosis bovina.

“Innovar refleja la pasión por la invención y la preocupación por el otro en el sentido más amplio”, destacó Lino Barañao, ministro de Ciencia y Tecnología, quien señaló: “No es sólo una muestra de tecnologías inclusivas porque demuestra la capacidad tecnológica del país para insertarse competitivamente en la economía global”.

Este año, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva destinó un millón de pesos en premios, y se sumaron las categorías de nuevas tecnologías en investigación científica y escuelas técnicas.

La distinción innovar –el mayor galardón del concurso– fue para la vacuna contra la diarrea viral bovina, una enfermedad que afecta a más del 70 % de los rodeos en el país. Desarrollada por del Instituto de Genética y Virología del INTA –Buenos Aires– junto con la empresa Vetanco S.A., se trata de un producto que busca asegurar una inmunidad para mejorar los índices productivos de cría y de engorde que está pensado para aplicarse según el calendario tradicional de vacunación mediante dos dosis: a los 60 y 30 días preparto.

Andrés Wigdorovitz, investigador del INTA y responsable del logro, destacó que se trata de “una alternativa superadora de las vacunas que actualmente hay en el mercado, ya que es la primera fabricada a partir de este sistema innovador que permite producir la proteína E2 en cantidades suficientes y resulta más inmunogénica que las tradicionales”.

Este desarrollo permitirá proteger al rodeo de cría y trasladar esa respuesta inmune a los terneros. Además, su elaboración a partir proteínas recombinantes de alfalfa transgénica implica un procedimiento innovador y de bajo costo.

Por su parte, Adolfo Cerioni, coordinador nacional de Vinculación Tecnológica del INTA, resaltó que “es un desarrollo 100 % liderado por argentinos, por instituciones públicas y empresas argentinas”. En esa línea, expresó que el premio “es el producto de una positiva articulación pública privada, de esas que el INTA inició hace casi 30 años, cuando comenzó su política de vinculación tecnológica”.

Además, destacó que la comercialización está a cargo de Bioinnovo S.A., “la empresa que este año integró el INTA, justamente, con Vetanco S.A., la primera integración de una empresa de base tecnológica por una institución pública en el marco de la ley 25.467 de Ciencia, Tecnología e Innovación”.

El corazón artificial servirá como puente para aquellos niños que se encuentran a la espera del trasplante cardíaco con urgencia.

Otros de los proyectos en recibir un reconocimiento fue el dispositivo de asistencia cardíaca mecánica, conocido como corazón artificial. Desarrollado por un equipo interdisciplinario de investigadores del hospital Garrahan, la Facultad de Ingeniería de la UBA, el INTA Castelar y la Fundación Pediátrica Argentina, es el primer dispositivo nacional de larga duración.

El corazón artificial servirá como puente para aquellos niños que se encuentran a la espera del trasplante cardíaco con urgencia. La unidad móvil consiste en la consola de control, el dispositivo neumático y las cánulas para la implantación.

Asimismo, investigadores del INTA fueron reconocidos por la obtención de un kit para combatir la neosporosis bovina, enfermedad que genera pérdidas económicas por más de U$S 50 millones de dólares al año y afecta principalmente a terneras lecheras y de carne de la pampa húmeda.

Alejandra Capozzo, investigadora del Instituto de Virología del INTA y una de las responsables del proyecto, señaló que “los productores podrían tener otra herramienta para reducir la incidencia de neosporosis, junto con el buen manejo del ganado y nuevas vacunas que saldrán al mercado, como la que combate el virus de la diarrea viral bovina”.

Con este kit –denominado YA-Neospora– se podrá evaluar la infección o el estado de exposición frente al parásito. Mediante la metodología ELISA, que es altamente sensible y específico, se pueden detecta anticuerpos contra proteínas del parásito extraídas de taquizoítos purificados (sNcAg).

YA-Neospora permite evaluar, a muy bajo costo y con alta certeza diagnóstica, alrededor de 1.000 muestras por día. Se trata de un procedimiento muy corto, que se puede realizar en poco menos de una hora y media, y que mostró ser altamente sensible y específico, arrojando resultados comparables a la IFI –técnica de inmuno-fluorescencia indirecta–.

La comercialización de este kit permitirá sustituir la importación de productos de alto costo de origen europeo. Además, permitirá incorporar tecnología de vanguardia y de producción nacional a los laboratorios regionales (tanto de diagnóstico como de investigación).