INTA Expone Cuyo fue récord: 220 mil visitantes en tres días
La décima edición de la muestra, realizada en Pocito –San Juan–, fue la más visitada de su historia. Reflejó la diversidad y el aporte tecnológico en la región y fue el escenario para los festejos de los 25 años del Prohuerta.
En tres días, más de 220 mil personas recorrieron INTA Expone Cuyo, que se convirtió en la más visitada de sus 10 ediciones y reflejó el aporte tecnológico del instituto al territorio. Según anunció Francisco Anglesio –presidente del INTA–, el año próximo la megamuestra iniciará su tercera vuelta por el país en la región pampeana y se trasladará a Concordia –Entre Ríos–.
“El acompañamiento que nos han dado ha sido tremendo”, expresó Anglesio. “En estos tres días, nos visitaron más de 200 mil personas y eso demostró que fue una exposición no sólo para productores y estudiantes sino también para las familias”, aseguró y destacó el rol de la TV Pública como patrocinador oficial de la muestra.
En la primera jornada, más de 57 mil personas se acercaron al predio, y se destacó la presencia de las escuelas primarias, secundarias y agrotécnicas de las localidades cercanas, sumado a la de las universidades nacionales.
Por su parte, el sábado llegaron más de 75 mil visitantes y se caracterizó por la participación de pequeños y medianos productores y de más de 2.000 promotores del programa Prohuerta, en el marco de la celebración por los 25 años de acción en el territorio.
“El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación hace una inversión año a año muy importante, del orden de los $70 millones y hoy está en el 88% de los municipios”, manifestó y destacó su satisfacción por la celebración de los 25 años del programa, en el marco de INTA Expone.
En este sentido, Anglesio remarcó la importancia de estos espacios, ya que mejoran el trabajo institucional de todos los días y acercarse a las comunidades de las zonas urbanas. “INTA Expone nos permite llegar al corazón del productor argentino y año a año se renueva la expectativa por visitarla”, afirmó.
Además, anunció el inicio de la tercera vuelta de la megamuestra: “Vamos a estar en nuestra próxima INTA Expone en la región Pampeana, en la ciudad de Concordia –Entre Ríos–, y vamos a seguir girando porque INTA Expone vino para quedarse”.
Con el eje en el agua
Diseñada a partir del recorrido natural del agua, la exposición recreó la diversidad de actividades que se llevan a cabo en los valles, los oasis y la llanura árida. Así, Rodrigo Espíndola, uno de los coordinadores del ambiente Valles Andinos, describió el proceso natural que sigue el agua en esta región del país y define su realidad productiva.
“El agua nace en las montañas con el deshielo de la nieve y los glaciares y gracias a la construcción de diques se puede derivar, conducir y distribuir por los distintos canales que llegan a las plantaciones de los productores ubicadas al pie de la cordillera y en los oasis”, explicó Espíndola.
En los oasis, se consume el 95 % del agua que baja de la montaña. “Esto le implica, a las llanuras áridas, el desafío de generar estrategias para recolectar agua de lluvia y favorecer el desarrollo de la ganadería a partir de la producción de pasturas”, señaló el coordinador.
Lo que dejó la muestra
Durante las tres jornadas, se destacó el asociativismo de la mano de Federación de Cooperativas Agropecuarias de San Juan –Fecoagro–, una entidad integrada por 30 organizaciones de productores familiares que generan 250 mil kilos de semillas hortícolas al año, de las cuales el 80 % son distribuidas por el Prohuerta en todo el país.
Además, la producción de alimentos en ambientes hostiles tuvo su espacio en los invernaderos de altura. Esta tecnología, construida bajo el nivel del suelo, permite realizar el cultivo de hortalizas en zonas con temperaturas extremas y fuertes vientos.
Otro aporte de interés en la muestra fue el rancho antisísmico hecho de adobe y barro con una estructura de contrafuertes que disipa la energía de los temblores. Se trata de una alternativa sustentable que respeta el hábitat y la modalidad histórica con la que los agricultores familiares construyen las viviendas en el árido cuyano.
En el salón de la innovación, se destacó el uso de vehículos aéreos no tripulados para la agricultura de precisión y para el monitoreo de los cultivos vitícolas, una aplicación desarrollada por el INTA junto con la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de San Juan.