Con el apoyo del INTA | 17 de diciembre de 2020

Más de 2 mil estudiantes de escuelas agrotécnicas cumplieron con las prácticas

Durante los meses de aislamiento por la pandemia y desde la virtualidad, el INTA apoyó al sistema educativo formal para que chicos y chicas de las escuelas agrotécnicas de AMBA, Mendoza, Corrientes y Rio Negro cumplan con las prácticas profesionalizantes. Se trata de un logro sin antecedentes que planifica su agenda para el 2021, más allá del contexto de crisis sanitaria.

  • 0

En el marco de convenios y acuerdos con los Ministerios de Educación y Direcciones de Educación Técnico Profesional de las provincias de Buenos Aires, Mendoza, Corrientes y Rio Negro, el INTA acompañó a estudiantes secundarios de escuelas agrotécnicas para que cumplan con las horas de prácticas profesionalizantes de manera virtual y concluyan con sus estudios. Esto se realizó mediante la plataforma educativa Procadis.

“Propusimos estos diseños educativos virtuales como una posibilidad para que más de 2 mil jóvenes de la escuela secundaria cumplan con las prácticas y concluyan el ciclo lectivo, a pesar del complejo escenario que atravesamos”, indicó Ana Sonsino –responsable del área de educación y TIC de la Dirección General de Sistemas de Información, Comunicación y Procesos del INTA–.

“De este modo, se brindó la posibilidad de que tanto estudiantes como docentes se acerquen y conozcan los sistemas productivos agropecuarios de todo el país, con sus particularidades y conocimientos generados por quienes se encuentran en el territorio, se compartieron las problemáticas y se generaron las tecnologías que permitan incrementar la eficiencia de las producciones”, agregó Sonsino. 

“Se aportaron propuestas virtuales de acercamiento a la práctica profesional orientadas a poner en juego saberes en situaciones reales”, agregó la especialista. Así, se buscó que las y los estudiantes, junto con sus docentes de prácticas y especialistas del INTA en el rol de tutores, construyan experiencias que les den autonomía y responsabilidad en su futura actuación como técnicos en los procesos socio productivos del sector. 

Los cursos abordaron diversas temáticas relevantes y prioritarias en la formación de un estudiante de técnica agraria, con una carga horaria que osciló entre las 50 y 100 horas de prácticas.

En esta línea, detalló que “las prácticas virtuales estuvieron diseñadas tecno pedagógicamente para lograr articulación entre la teoría y la práctica, acercar a los estudiantes a situaciones reales de trabajo, promover el intercambio con especialistas y favorecer la articulación entre pares”. 

En un contexto de crisis sanitaria por la pandemia, el año lectivo se caracterizó por la virtualidad y, con el objetivo de fortalecer los lazos entre el INTA y el sistema educativo agrario, se generó una serie de cursos virtuales mediante una plataforma educativa Procadis. Para Sonsino, “el poder virtualizar este tipo de propuestas representó un singular desafío para la educación técnica que se pudo resolver exitosamente”.

El proyecto estuvo orientado, en un principio, a estudiantes del último año de la formación de técnicos agropecuarios de nivel medio y, en las sucesivas implementaciones, se amplió e incluyó a estudiantes de tercer año de las tecnicaturas de nivel superior, así como docentes. “Fue tal el impacto que tuvimos con los estudiantes que la propuesta, que comenzó el 30 de junio en Buenos Aires, se expandió a Mendoza, Río Negro, CABA y Corrientes”, detalló Sonsino y adelantó que se proyecta continuar en 2021.

Para la responsable del área de educación del INTA, “todo fue posible gracias al acompañamiento clave de equipos provinciales de educación y de los centros regionales del INTA, como así también del equipo de Procadis”. En esta línea, la especialista no dudó en asegurar que “un proyecto de estas características hubiera sido imposible de implementar sin el compromiso colectivo”.

A su vez, subrayó la colaboración de destacados expertos de la institución que asumieron el rol de coordinadores académicos y de un equipo de más de 100 profesionales como tutores/as pertenecientes a diferentes unidades de todo el país. “Una vez más se puso así a prueba el compromiso con la educación, la calidad académica y la solidaridad de quienes componen este organismo”, destacó Sonsino.

Los cursos abordaron diversas temáticas relevantes y prioritarias en la formación de un estudiante de técnica agraria, con una carga horaria que osciló entre las 50 y 100 horas de prácticas. Para ello, se trabajó en la modificación de los contenidos digitales de diversos cursos, orientándolos a los ejes del diseño curricular.

Los cursos virtuales que apoyaron la formación de los estudiantes fueron sobre apicultura, ganadería en zonas templadas y áreas de bajo riego, techos verdes en espacios urbanos, manejo de invernaderos, manipulación higiénica de alimentos, prevención de riesgos en el trabajo agropecuario y sobre sistemas de producción porcina.

Sonsino: “El mayor logro son las devoluciones favorables por parte de los estudiantes, docentes, directivos y supervisores de las escuelas agrarias e instituciones participantes”.

Un logro sin antecedentes

De acuerdo con Sonsino, las propuestas formativas virtuales que aportó el INTA “le permitió a los estudiantes contar con una oferta genuina de capacitación frente a la falta de una práctica en forma presencial” y en este sentido reconoció que “el mayor logro son las devoluciones favorables por parte de los estudiantes, docentes, directivos y supervisores de las escuelas agrarias e instituciones participantes”.    

Entre las numerosas muestras de agradecimiento, está la carta de Carolina Viñolo, Victoria Zucchelli y Giuliana Messina, estudiantes de la Escuela N°4-006 Pascual Iaccarini de San Rafael, Mendoza. En una nota enviada a los organizadores no dudaron en “agradecer y felicitar a todos por habernos dado la oportunidad de formar parte de esta maravillosa experiencia” y destacaron el rol de quienes las “acompañaron y guiaron en esta etapa de aprendizaje, donde pudimos adquirir diversos conocimientos de manera didáctica y productiva”.

Los docentes de la escuela 4-026 JB de Alberdi, Lavalle, Mendoza –Víctor Ponce y Fernando Ojeda también hicieron– también hicieron llegar sus saludos a la distancia y se mostraron “súper agradecidos por las propuestas ofrecidas hacía nuestros alumnos y alumnas”, al tiempo que señalaron el “excelente nivel de aprendizaje de las respectivas capacitaciones dadas”. A su vez, felicitaron a los equipos y no dudaron en asegurar que “el aporte que hacen a las escuelas técnicas es fundamental, ya que lograron subsanar el bache enorme que teníamos en las prácticas”.

A su turno, Sergio Cara, a cargo de la supervisión sección IV DETyT de 11 escuelas de la región sur de Mendoza, celebró que “la propuesta haya contribuido notablemente a consolidar parte del proceso de enseñanza-aprendizajes, permitiendo que nuestros alumnos logren de esta manera, acreditar capacidades y saberes prácticos que correspondan con el perfil profesional en el que se están formando”. En esta línea, destacó el deseo de que “sigamos desarrollando proyectos en conjunto con el propósito de favorecer a la educación técnica”.

También puede interesarte