07 de enero de 2011

“La alta variabilidad climática continuará hasta el otoño”

Lo indicó Pablo Mércuri, director del Instituto de Clima y Agua del INTA, en referencia a las precipitaciones registradas en la zona núcleo del país.

“Los pronósticos indican que las precipitaciones continuarán irregulares en la distribución espacial y temporal, con alta variabilidad hasta el otoño”, expresó Pablo Mercuri, director del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar –Buenos Aires–.

Junto con el ministerio de Agricultura de la Nación, el INTA se encuentra desarrollando un monitoreo del estado hídrico de los distintos departamentos del país, en particular de las regiones más afectadas por el déficit hídrico, además de un relevamiento del estado fenológico de los cultivos de soja y maíz que permita realizar análisis en tres escenarios posibles.

Las altas temperaturas y la notable baja en la humedad relativa del último trimestre de 2010 acotaron la oferta de agua para las producciones en marcha y las siembras pendientes. Aún se presenta un patrón muy irregular y deficitario de lluvias, con alta variabilidad, en especial en la zona núcleo central, asociada con la mayor contribución a la producción global de commodities agropecuarios. Sin embargo, la distribución de las precipitaciones benefició muchas zonas subhúmeda y semiáridas –como el centro y el Este pampeanos y el Sudoeste bonaerense–, que durante los últimos años sufrieron marcados déficits en la disponibilidad de agua.

Mercuri aseguró que, a pesar de la preocupación que genera el déficit hídrico, no es prudente realizar escenarios o estimaciones de previsión de cosecha: “Aún hay que esperar ya que estamos frente a la posibilidad de precipitaciones en el corto y mediano plazo que mejorarían las expectativas productivas”.

Las recientes lluvias en el Centro y Este de La Pampa, Oeste y Sudoeste de Buenos Aires y Sur de Córdoba, posibilitarán una mejora en el desarrollo de la soja primera y la siembra de la de segunda. También se esperan buenos resultados en trigo, avena y cebada. Con respecto al maíz el panorama es otro. “Los mayores déficits hídricos coincidieron con el período crítico de maíz en zona núcleo, el Oeste de Buenos Aires y sectores de Santa Fe y Entre Ríos, por lo que los rendimientos se verán afectados”, explicó el director, quien indicó que en este momento se están evaluando el estado del cultivo y las perspectivas de cosecha.

Por otra parte, una comparación a escala nacional de las lluvias, el índice verde de diciembre de 2010 y el promedio de los quince años comprendidos entre 1996 y 2009, demostró que en diversas áreas de las provincias de Santiago del Estero, Córdoba, San Luis y Buenos Aires, que incluyen zonas de expansión agrícola y producción ganadera, se incrementó el crecimiento de la vegetación.

Precipitaciones comparadas

Durante años Niña, las precipitaciones sobre la región pampeana y Noreste del país correspondientes a octubre, noviembre son inferiores a lo normal, indicado en los mapas con una flecha negra –isoyeta de 300 mm– que se desplaza hacia el Norte.

En el último trimestre de 2010, dominado por ese fenómeno climático, la isoyeta se ubica aproximadamente como en los años Niña medios, representado en el mapa de la izquierda.

Además, durante ese período se observaron regiones que, comparadas con los años analizados para el fenómeno de la Niña, presentan precipitaciones acumuladas aún inferiores que el promedio de ese ciclo. Así se inscribe lo registrado en el Sur y centro de Santa Fe, gran parte de Entre Ríos, Norte y cetro de Buenos Aires y Norte de La Pampa.