07 de enero de 2011

Expeller de soja: valor agregado y calidad

El proceso de extrusado-prensado de soja en origen permite agregar valor a la producción primaria.

El expeller de soja, subproducto que se obtiene luego del proceso de extrusado y prensado, “es un concentrado con un importante contenido proteico, por lo general entre 40 y 47% sobre sustancia seca”. Así lo indicó José María Méndez, especialista del INTA Totoras –Santa Fe–.

El expeller sigue la cadena de producto balanceado y transformación en proteína animal, cerdo, pollo, huevo, leche, carne bovina y en muchos casos la industrialización de etiqueta hasta llegar a la góndola. “Una parte de la producción de expeller se exporta a Chile; la otra forma parte de un balanceado (95 a 97% de expeller, 3 a 5% de maíz)”, expresó Méndez.

El proceso de extrusión es el único capaz de cocinar, expandir, esterilizar, deshidratar parcialmente, estabilizar y texturizar los granos en general y las oleaginosas en particular. Esta nueva actividad productiva genera expeller de muy alta calidad; además, “al ser realizada en pequeñas plantas pymes genera un alto impacto económico y social”, destacó Méndez y agregó: “Es un primer paso para aquellos productores que decidieron agregarle valor a sus granos”.

El expeller de soja cuenta con un contenido de aceite que oscila entre 5 y 8% mientras que la harina de soja tiene entre 0,5 y 2,0%. De acuerdo con el especialista, el proceso de extracción de aceite por solventes es mucho más eficiente que el de extrusado y prensado.

“En el proceso de extrusión, al elevarse la temperatura, se produce la modificación de la estructura de la proteína –gelatinización– lo que favorece su digestibilidad”, detalló.

En términos generales, los procesos de extrusión y prensa, bien controlados –temperaturas elevadas por un periodo corto de tiempo–, son los que pueden generar los materiales de mejor calidad –más digestibilidad–, con menor daño de la proteína y mayor contenido de aminoácidos esenciales, fundamentalmente lisina.

Por su parte, Mario Bragachini, coordinador del Proyecto de Eficiencia de Cosecha, Poscosecha y Agroindustria en Origen del INTA Manfredi –Córdoba–, se refirió a la importancia del agregado de valor en origen en relación al impacto social y económico: “En los últimos años se instalaron 200 plantas de extrusado-prensado de soja que producen aceite y expeller a nivel de pymes”, esto se traduce en “más de 1.300 puestos de trabajo directo que le permiten al productor recibir una mayor renta por el grano de soja”.

Producir expeller y aceites con calidad es uno de los puntos críticos de control en una planta de extrusión-prensado de soja. Méndez y Bragachini acuerdan en que la formación del clúster potenciará a esta temática hacia proyectos mucho más ambiciosos que los actuales, con mayor generación de puestos de trabajo y renta.

Según un relevamiento realizado por el INTA, se detectaron 153 plantas en funcionamiento en las provincias de Buenos Aires (60), Santa Fe (43) y Córdoba (50).

Se estima que para junio de 2011 se instalarían 150 nuevas plantas en todo el país, que sumadas a las ya existentes totalizarían unas 300 plantas a escala nacional. Por otra parte, la producción total de soja extrusada prensada en origen en la Argentina sería de 3,5 millones de toneladas, lo que daría lugar a 3.400 nuevos puestos de trabajo directo en origen, relacionados a la soja.

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