06 de marzo de 2013

Maní de exportación: Víctor Asem-INTA, el nombre del sabor

Posee muy buena calidad comercial, alto rendimiento y se destaca por su contenido alto oleico. Además, la nueva variedad es de tipo confitero, presenta granos estables y conserva el sabor frente a altas temperaturas.

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El programa de mejora genética del INTA Manfredi –Córdoba– presentó una nueva variedad de maní alto oleico: Víctor Asem-INTA. El cultivar se caracteriza por su alto contenido de ácido oleico lo que permite que conserve su sabor cuando se lo expone a altas temperaturas, buen potencial de rendimiento en la zona manisera núcleo, granos parejos de buen tamaño y resistencia al enranciamiento.

Con un rendimiento promedio de 3.200 kilogramos por hectáreas, la nueva variedad posee muy buena adaptación al centro-sur de Córdoba, región en la que se cultiva el 90% del maní argentino.

Jorge Baldessari, especialista en mejoramiento genético de maní de esa unidad del INTA, destacó la importancia de la obtención. “La mejora continua de las variedades convirtió al maní confitería argentino en uno de los más demandados por el exigente mercado europeo”.

Víctor Asem-INTA es un cultivar de ciclo mediano-largo con un período de 155 días de siembra a cosecha. Es de porte rastrero, con eje central marcado, hojas de color verde oscuro y sin flores. Además, tiene vainas de cáscara delgada, de tamaño mediano que contienen dos granos con piel rosada.

De acuerdo con Baldessari, una de las características que destacan a la nueva variedad es que el grano “tiene mayor persistencia las altas temperaturas”. Lo que significa que no se pone rancio y mantiene la calidad durante más tiempo debido a la lenta oxidación de la materia grasa, “lo que genera una notable disminución de olores y sabores indeseados”, agregó.

Recientemente inscrito en el Registro Nacional de la propiedad de Cultivares (RNCP) del Instituto Nacional de Semillas (INASE), Víctor Asem-INTA registró niveles de tolerancia a viruela –una de las enfermedades más frecuentes en el cultivo– y resistencia a hongos de suelo similares al resto de los cultivares presentes en el mercado.

Para Baldessari, el grano “tiene mayor persistencia las altas temperaturas”, lo que significa que no se pone rancio y mantiene la calidad durante más tiempo.

El maní es una buena fuente de nutrientes y energía debido a que posee de 25 a 28% de proteínas y de 50 a 55% de lípidos. En general, las variedades alto oleico –contienen un 80% de ácido oleico y de 3 a 7% de ácido linoleico–, tienen mayor estabilidad frente a procesos oxidativos. Esto significa que “resisten tres veces más que el maní común a temperaturas elevadas: no pierden calidad y no se modifica el olor ni el sabor”, señaló Baldessari.

Mediante un convenio de vinculación tecnológica con la Asociación de Semilleros de Maní –conformada por Aceitera General Deheza, Cotagro, Mancosem y Gastaldi Hnos.–, el nuevo cultivar se comercializará en forma exclusiva por medio de estas empresas.

 

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