09 de marzo de 2018

Un sustrato con la calidad del INTA llega al mercado

Compuesto por turba, compost de corteza de pino y perlita, este material para macetas se destaca por sus nutrientes, buena aireación y fácil manipulación. Lo elabora la empresa familiar Terrafertil S.A. con el conocimiento y tecnología del organismo.

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Implementados por la floricultura en la década del ´90, los sustratos ganaron el mercado y se expandieron a otras actividades como las forestales, la olivicultura, la fruticultura y la horticultura, entre tantas. Se trata de una mezcla de materiales minerales u orgánicos que actúa como soporte de las plantas. A partir de un convenio con el INTA, la empresa familiar Terrafertil S.A. desarrollará uno para abastecer al Instituto de Floricultura del INTA Castelar y para el mercado en general.

“Si bien el organismo desarrolla y elabora los sustratos requeridos para uso interno, con la finalidad de llevar a cabo las diferentes líneas de investigación, resulta más eficiente y económica la adquisición de un sustrato comercial equivalente”, aseguró Daniel Morisigue –director del Instituto de Floricultura del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA Castelar–.

En este sentido, el INTA firmó un convenio con la empresa familiar Terrafertil S.A. para la elaboración de un sustrato acorde a los requerimientos del Instituto, es decir, que incluya la uniformidad en la calidad del sustrato entre diferentes lotes, lo que convierte al sustrato en un sustrato comercial.

“Para esto, los técnicos del organismo aportarán su conocimiento y tecnología para el desarrollo profesional del sustrato a escala comercial, utilizando como así también el protocolo de análisis físico y químico específico para sustratos, generado por el Instituto”, especificó Morisigue.

Asimismo, agregó: “Desde el Instituto impulsamos el agregado de valor en los sustratos y, de la mano de este convenio, lo consolidamos”.

Nutrientes a granel

El sustrato comercial, disponible en el mercado y elaborado por Terrafértil con conocimiento y tecnología del INTA, es de baja densidad, fácil manipulación y para trasplante en macetas.

Se trata de un producto compuesto por turba, compost de corteza de pino y perlita que no requiere ser desinfectado para prevenir enfermedades, plagas ni semillas de malezas. Además, posee una buena aireación por lo que el excedente de riego drena con facilidad, al tiempo que cuenta con una elevada capacidad de retención hídrica.

“A pesar de ser elaborado a gran escala, mantiene sus propiedades físicas y químicas”, señaló Morisigue quien detalló que el pH se encuentra en un rango de entre 5.5 a 6.0 y la conductividad es baja, por lo que se facilita el manejo nutricional de acuerdo a la especie que se cultive.

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