08 de julio de 2011

Tomá mate: tres nuevas variedades de yerba misionera

El INTA Cerro Azul desarrolló tres cultivares de yerba que, además de ser beneficiosas para la salud, duplicarían la producción anual.

“Toma mate y avivate”, sugiere la expresión popular y eso mismo hicieron los técnicos del INTA Cerro Azul –Misiones–, quienes obtuvieron tres nuevas variedades de yerba: CA 440/90 INTA, CA 445/90 INTA y CA 469/90 INTA.

“Estos cultivares son una buena alternativa para quienes consumen mate pero tienen intolerancia a la cafeína”, señaló Sergio Prat Kricun, especialista en manejo y mejoramiento de yerba mate y té de esa unidad del INTA.

Caracterizados por su excelente vigor y mayor tolerancia a periodos de estrés hídrico –heladas y alta insolación–, los flamantes materiales poseen mayor densidad, brotación, mejores características organolépticas y un bajo contenido de cafeína (0,60-0,65%).

Prat Kricun resaltó la importancia de incorporar variedades que aporten a la diversificación genética de los cultivares policlonales y clonales de yerba mate en la Argentina.

“Con este aporte, apostamos a la diversificación de las plantaciones ampliando la base genética y contribuyendo a duplicar la calidad y el rendimiento, al tiempo que se evita el avance de plagas y enfermedades claves”, señaló el técnico. Asimismo, destacó que las variedades poseen muy buena tolerancia a bajas temperaturas, inicio medio de la brotación y mediana densidad de vástagos o ramas.

Recientemente inscriptas en el Registro Nacional de la Propiedad de Cultivares del Instituto Nacional de Semillas (Inase), las nuevas variedades respondieron de manera eficaz a la cosecha manual o mecánica y tienen un alto rendimiento industrial.

“En cuanto al comportamiento productivo –indicó Prat Kricun–, los tres clones respondieron bien a los ambientes característicos de Misiones y del noreste de Corrientes. Registraron buena tolerancia a plagas específicas de la yerba mate, como psílido de la yerba mate, taladro grande y el marandová o oruga rabuda”.

Al ser un cultivo perenne, la renovación y difusión de nuevos cultivares de yerba mate implica más tiempo que la de una producción anual. “Con la incorporación de cultivares de alto potencial de rendimiento productivo buscamos renovar plantaciones que tienen entre 60 y 70 años”, explicó el técnico, lo cual no implica un aumento en la superficie plantada sino un incremento en los rendimientos unitarios.

En cuanto a su comercialización, “el material clonal estará disponible para entregar sin cargo a viveristas de la zona a fines de la primavera y principio del verano”, añadió.

Con una producción anual de más de 280 mil toneladas –distribuidas entre Misiones y noreste de Corrientes–, la Argentina es el principal exportador mundial de yerba, comercializando entre 40 y 50 mil toneladas, seguida por Brasil. Siria y el Líbano se mantienen como los mayores mercados consumidores de yerba nacional, de acuerdo a la Dirección de alimentos del Ministerio de Agricultura.

Estudios recientes demostraron que la yerba mate posee un alto nivel de antioxidantes naturales denominados ácido clorogénicos (clorogénico, cafeíco y quínico) beneficiosos para la salud.

También puede interesarte