El gobernador de la provincia de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, inauguró un laboratorio de Suelos y Forrajes en el campo experimental del INTA en La María de La Abrita, ubicado en el departamento Silípica. Lo hizo junto al director nacional del instituto, Eliseo Monti, quien anunció que en octubre se convocará a licitación pública para la construcción de la estación experimental de Quimilí, en terrenos cedidos por el gobierno provincial, con un presupuesto de 20 millones de pesos.

“Los productores tienen que aprovechar esto para que sus tierras sean más productivas, lograr certificaciones, ganar mercados y generar trabajo estable para los santiagueños”, dijo el gobernador, para quien la inauguración del laboratorio reflejó un “crecimiento cualitativo y cuantitativo del servicio que presta la provincia a los productores”. Asimismo, consideró que “el INTA revaloriza la cultura del trabajo y ello se observa en la asistencia a más de 5.000 productores minifundistas y 23.000 familias en el ProHuerta”.

De acuerdo con Monti, “la sinergia entre la Nación y la provincia permite apostar por un desarrollo local para establecer y desarrollar los recursos humanos profesionales de Santiago del Estero, evitar el desarraigo y cambiar la tendencia de las políticas de los años 90 y sus consecuencias”. En esa línea, el director nacional del INTA destacó la confluencia y coherencia de las distintas acciones que se realizan a partir de las decisiones políticas nacionales, tanto desde el Poder Ejecutivo como desde la institución, para contribuir de manera concreta al desarrollo territorial de la región.

Durante el acto también estuvieron presentes el vicegobernador provincial, Ángel Niccolai, el director del INTA Santiago del Estero, Adrián Suárez y el director del centro regional (CR) del INTA para Tucumán-Santiago del Estero, Horacio Jañez, además de ministros provinciales y representantes del consejo del CR, entre otros funcionarios, legisladores y jefes comunales.

El laboratorio de Suelos y Forrajes responderá a los crecientes requerimientos bajo normas de calidad IRAM, con equipamiento de última generación que garantiza la confiabilidad de los resultados, fundamentalmente en la producción local, como la determinación de la fertilidad y la salinidad de los suelos y la calidad del agua.