19 de diciembre de 2013

Premio ArgenINTA: un estímulo que potencia el agregado de valor

Del acto participó Francisco Anglesio, presidente del INTA, junto con autoridades del organismo. El galardón reconoce la labor de los productores y su aporte a la calidad e inocuidad agroalimentaria.

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La décima edición de los premios coincidió con los festejos de los 20 años cumplidos por la Fundación ArgenINTA. En el acto estuvieron Francisco Anglesio y Eliseo Monti –presidente y director nacional del INTA, respectivamente– y Javier Ortega, director de la Fundación ArgenINTA, entre otras autoridades.

En un marco de doble festejo, la Fundación ArgenINTA entregó los galardones a la calidad agroalimentaria, una premiación que cada año adquiere mayor carácter federal y reconoce el trabajo de los pequeños productores.

Durante la apertura, Anglesio destacó la importancia del reconocimiento que “busca integrar a los distintos sectores agroalimentarios, agropecuarios y de la producción para garantizar que los alimentos sean más competitivos, más inocuos y se potencie el valor agregado de esos productos”.

Además de destacar al galardón por su excelencia, Anglesio aseguró que: “Desde hace 10 años este premio fue creciendo en cuanto a la participación de provincias y de productores que las representan. Una muestra, es la cantidad de proyectos presentados que hoy triplica al número habitual de sus inicios”.

Para el funcionario, quien también preside la Fundación ArgenINTA, la participación de los productores adquiere mayor importancia porque “a medida que la calidad de sus productos aumente podremos lograr que la Argentina ocupe las góndolas del mundo con sus alimentos”. Del mismo modo, aseguró que “con alimentos de calidad ganamos en valor y eso va, directamente, a las manos del productor. Ese es nuestro lema”.

Anglesio destacó la importancia del reconocimiento que “busca integrar a los distintos sectores para garantizar que los alimentos sean más competitivos, más inocuos y se potencie el valor agregado de esos productos”.

Por su parte, Javier Ortega, director de la Fundación ArgenINTA, calificó al premio como “el más democrático porque privilegia la construcción democrática del conocimiento orientado a mejorar la calidad de vida y la salud de las personas”. Y agregó: “Con ese objetivo, premiamos en todas las categorías al gran productor y al pequeño demostrando que éste puede producir bajo estándares de calidad de excelencia”.

Para fortalecer esta distinción la Fundación trabaja junto con el INTA y la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios ­–COPAL–, lo que representa una amplia red de actores y organizaciones involucradas en la cadena de producción.

En este sentido, Ortega se refirió al espíritu que persigue la red de organizaciones que impulsan este premio y recordó: “Hace 10 años comenzamos premiando los productos que se presenten con estándares de calidad, la verdad, es que esa calidad ya está garantizada y no es un techo sino una base para los productores”. Y agregó: “Hoy premiamos las innovaciones tecnológicas de ruptura que, para nuestra alegría,  mejoran cada vez más la calidad de los alimentos argentinos, utilizan nuevas tecnologías y agregan valor en origen”.

En la premiación estuvo presente el reconocido chef, Martiniano Molina, quien entregó los premios de la categoría sobre emprendimientos asociativos de productores no capitalizados y aseguró: “Lo más interesante es vislumbrar esta red que se está formando hace mucho tiempo en el país y que trabaja con mucho énfasis junto a los productores para asegurar la calidad de los alimentos que llegan a nuestra mesa”.

En un marco de doble festejo, la Fundación ArgenINTA entregó los galardones a la calidad agroalimentaria, una premiación que cada día adquiere mayor carácter federal y reconoce el trabajo de los pequeños productores.

Una distinción federal

Además de las categorías que son galardonadas cada año con este premio, se presentaron dos distinciones especiales a la calidad a los proyectos de “Extracción de isoflavonas de soja a partir de derivados de sus industrialización” y  “Revalorización dela Ahípacomo producto alimentario y materia prima agroindustrial”.

“Esta distinción es un estimulo para nuestro trabajo con los derivados de la ahípa que surgió por la indicativa de los compañeros del INTA en Montecarlo, Misiones, y que nos permitió tener la oportunidad de obtener una harina no tradicional derivada de la ahípa que es fuente de proteína”, aseguró una de las integrantes del proyecto.

En la categoría Investigación y desarrollo en tecnología de alimentos el reconocimiento fue para el trabajo “Control microbiano de la chinche del tallo del arroz”, realizado por investigadores y técnicos de la experimental del INTA Corrientes junto al Instituto de microbiología y zoología agrícola del INTA Castelar.

En el rubro Personas físicas u organizaciones que buscan la diferenciación como estrategia del incremento de la competitividad con sustentabilidad, el premio fue para la empresa “Sancor”. Al respecto, Emiliano Rainaudo, coordinador del programa, aseguró: “Este premio hace al incentivo de nuestra gente y a los que participan en este programa, esto lo logramos bajo la premisa de asegurar la calidad del ambiente, el confort de los animales y de la materia prima para poder agregar valor a la leche que producimos”.

En esta categoría, se entregó una mención especial el proyecto de Desarrollo Estratégico Sustentable del Mercado de productores y abastecedores de frutas, verduras y hortalizas de Santa Fe S.A.

Para la categoría Cooperativas y/o Asociaciones que contribuyan al posicionamiento de los productos agroalimentarios argentinos, fue destacado el emprendimiento de la comercializadora de productos de la Agricultura Familiar “CAPIR”, que busca facilitar canales de comercialización en las economías de los agricultores familiares y de los pequeños productores. Mientras tanto, la Cooperativa agropecuaria “Chacay Mamil” en la localidad de Gobernador Costa –Chubut–  obtuvo una mención especial al destacarse como una experiencia de agregado de valor.

En el rubro Emprendimientos asociativos de productores no capitalizados, fue galardonado el trabajo de desarrollo caprino sostenible “Contribuir al desarrollo local”, una asociación civil radicada en la localidad de Chihuidos –Neuquén–. “Este premio es un reconocimiento para los productores caprinos de una zona desértica del Neuquén que trabajan duro por mejorar sus condiciones de vida y sus ingresos”, dijo Juan Sicardi, presidente de la asociación.

En este caso, la mención especial fue para la feria franca “Camino Real”, de Colonia Caroya –Córdoba–, que trabajan junto a los técnicos del INTA mediante Cambio Rural y la subsecretaria de Agricultura Familiar de la Nación.

El premio en la categoría Campañas de difusión y educación que promuevan los hábitos saludables, la innovación y sustentabilidad agroalimentaria, fue para el proyecto “Educación para la prevención de enfermedades parasitarias transmitidas por alimentos y causantes de dispersión de formas infectivas en el medio ambiente”, promovido por investigadores del Instituto de Patobiología del INTA Castelar sobre las zoonosis de triquinosis e hidatidosis. A su vez, la mención especial fue otorgada a “El Otro Mate”, un portal de noticias científicas dedicadas a las innovaciones tecnológicas y sus aplicaciones a la vida cotidiana.

En el último rubro, Valorización de especies y productos típicos locales, el premio fue otorgado a la experiencia en desarrollo y elaboración de alimentos basados en cultivos andinos “Cauqueva”, una organización autogestionada integrada por 150 pequeños productores dela Quebradade Humahuaca –Jujuy–, en su mayoría, pertenecientes a los pueblos originarios de la región. En esta categoría, la mención especial fue para el emprendimiento de valorización de la tuna, su implantación y producción agroecológica en los predios familiares en la provincia de Mendoza.

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