16 de julio de 2010

Más de 2.000 personas reunidas por la agricultura de precisión

En la segunda jornada del 9° Curso de Agricultura de Precisión la tecnología argentina demostró su gran apuesta hacia la competitividad.

La mayor parte de los usuarios de teléfonos celulares no aprovechan todas sus aplicaciones posibles. Poseen la tecnología, pero expresan su máximo rendimiento. Del mismo modo, para desarrollar la agricultura de precisión no alcanza con adquirir el equipamiento, sino que es igualmente importante estar capacitado para hacer un uso eficaz de todo su potencial.

“Un productor preciso es el que compra la tecnología, pero además adquiere el conocimiento del manejo de herramientas y de factores agronómicos y hace el mejor diagnóstico”, expresó Mario Bragachini, coordinador de la Red Nacional de Agricultura de Precisión y del Proyecto Eficiencia de Cosecha y Poscosecha de Granos (Precop)  del INTA Manfredi.

Desde el miércoles, esa unidad cordobesa recibió a más de dos mil asistentes en el marco del 9° Curso de Agricultura de Precisión y 4ª Expo de Máquinas Precisas.

Bragachini lleva ya 14 años dedicado especialmente a las investigaciones de este rubro. Comenzó en 1996 con un presupuesto de 30.000 pesos. Ahora, está orgulloso cuando señala que, actualmente, “se venden 39 millones de dólares anuales de componentes precisos, pero lo importante es que más de del 50% de esos componentes son fabricados en la Argentina por veinte empresas agropartistas de alta complejidad”.

En este sentido, el coordinador explicó que esto le permite a otras 500 empresas que transformen sus productos en máquinas precisas para ganar competitividad en un mercado interno, caracterizado por productores muy exigentes. “Y también”, añadió”, permite ser competitivo en 32 países a los que se exporta maquinaria agrícola por 217 millones de dólares”.

Para el especialista, la ventaja argentina es haber iniciado en esa década el trabajo en la agricultura de precisión, “de haber entusiasmado a gente que invertía en el país para usar el GPS y después de eso los banderilleros satelitales, los monitores de rendimiento, las máquinas sembradoras y fertilizadoras de dosis variable, además de otras máquinas que prácticamente son un robot que envían datos a una página web y eso permite que, desde cualquier parte del mundo, un productor pueda ver en su PC cómo se está trabajando en el campo”.

De acuerdo con el coordinador, “todavía no hay máquina que haya superado el conocimiento de un buen técnico”, pero ese conocimiento posibilita potenciarse e innovar: “Mandar una máquina al campo, posicionado satelitalmente, para que ejecute con precisión centimétrica la orden le cargó el técnico. Todo eso tiene que producir más, tiene que bajar los costos de algunos insumos, tiene que aumentar la productividad, tiene que hacerle ganar más plata al productor agropecuario. De eso se trata la agricultura de precisión”, concluyó Bragachini.

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