19 de julio de 2012

Máquinas inteligentes, sensores y cartografía de suelos

Especialistas del país y del exterior expusieron sobre las tendencias en materia de actualización técnica y avances en agricultura de precisión en el marco del primer Congreso de Valor Agregado en Origen.

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Josse De Baerdemaeker, profesor de la Universidad Nacional de Levonia en Bélgica, auspiciado por la Unión Industrial Argentina, se refirió a las innovaciones en los sistemas de agricultura de precisión y las tendencias hacia la robotización de la maquinaria agrícola. “El INTA tiene un rol importante ya que debe actuar como motor pujante  para introducir sistemas de precisión gracias a la conexión que tiene con los productores y las empresas, porque cuenta con el conocimiento tecnológico necesario y a la vez es una institución que tiene mucha credibilidad”, dijo De Baerdemaeker.

En su presentación, el especialista delineó distintos sistemas que proporcionan información y variables presentes en los campos en tiempo real y previo a las cosechas que, sumados a una correcta interpretación de esos datos, permite a los productores anticiparse a futuros comportamientos de los suelos y garantizar la eficiencia de su trabajo. En este sentido, expresó: “La tecnología aplicada permite administrar en forma correcta las distintas variables que existen en el proceso de producción: cómo manejar correcta información combinada con la observación y el conocimiento del productor, para asegurar dosificaciones correctas, en el tiempo y el espacio adecuado”.

Entre otros sistemas, presentó un tipo de sensor óptico que permite calibrar la condición de fertilidad del fósforo en los suelos y aplicar nutrientes en función de la información de campo proporcionada por mapas de variabilidad. De acuerdo con esa información, se calcula la dosificación necesaria para poder aplicar de manera estable y precisa antes de la cosecha. A su vez, se mostró el funcionamiento de otro sensor que sirve para calibrar la aplicación de abono ya que mide su composición y gradúa la dosificación en función de la cantidad existente en el suelo, lo que vuelve eficiente la tarea al suministrarlo en las zonas correctas y asociarlas sustentablemente con el ambiente.

Por otro lado, en la conferencia se destacó la necesidad de realizar monitoreo espacial del cultivo, ya que es importante estudiar su potencial de crecimiento a condiciones óptimas sin perder de vista las limitaciones asociadas a la falta de nitrógeno, de agua y las reducciones de crecimiento a causa de plagas, malezas o enfermedades.

Según De Baerdemaeker, es importante considerar la línea de trabajo que actualmente se desarrolla al combinar sensores ópticos, térmicos y de fluorescencia para diseñar estudios y formatos para detectar enfermedades emergentes y hacer el control adecuado sin exceder las cargas químicas en los suelos. En esta línea, con respecto a la inocuidad en los alimentos, explicó que “hoy los consumidores demandan alimentos sanos y esto hace que se vuelva necesario reducir las cargas de pesticidas y herbicidas mediante los sistemas de precisión en la aplicación”.

Estas tecnologías se presentaron como herramientas que permiten a los productores contar con la seguridad de que la maquinaria funcione correctamente y en forma automatizada, sin depender del aplicador.

Sin embargo, el profesor recalcó que el crecimiento potencial de la producción puede presentar limitaciones dadas por cada condición o variabilidad de los suelos, por eso es necesario combinar la información de los sensores con el conocimiento agronómico y el sentido común para tomar decisiones correctas.

En cuanto a la situación argentina, De Baerdemaeker estimó que los sistemas de cultivos de alta rentabilidad, como los viñedos y los frutales, son áreas que estarán obligadas a introducir sistemas de precisión ya que actualmente es el mercado que demanda mayores niveles de calidad en los productos.

Angelini: “Desde el INTA intentamos hacer un relevamiento extensivo a la mayor cantidad de áreas posibles”.

Tecnologías en suelo argentino

En el mismo auditorio y en referencia a los avances técnicos en agricultura de precisión, Marcos Angelini, investigador del Instituto de Suelos del INTA, presentó una actualización sobre la cartografía digital para conocer en detalle las características de los suelos, sus niveles de degradación y proporcionar  información que permita predecir las respuestas ante distintas condiciones ambientales.

En este sentido, Angelini destacó que “desde el INTA intentamos hacer un relevamiento extensivo a la mayor cantidad de áreas posibles”, para lo cual “la agricultura de precisión es el marco para conocer información que, acompañada de estudios especializados y asociados con asesores calificados, nos permitirá hacer un manejo sustentable del recurso del suelo y mantener la producción en un nivel estable”.

A su vez, presentó una de las maquinarias que actualmente utilizan algunos productores para obtener información a escala de terreno, como es el sistema Veris, que mide la conductividad eléctrica y proporciona mapas de altura que se pueden incorporar a las maquinarias de agricultura de precisión para la fertilización diferencial en lotes o la predicción del rendimiento de distintos cultivos.

A diferencia de la cartografía clásica, el tipo de información que brindan estos sistemas de precisión permite generar mayor detalle adecuado a la escala del productor y le permite hacer un mejor manejo de los recursos, manejar la cantidad y la calidad de la cosecha.

Estas tecnologías, coincidieron los especialistas, son parte de las tendencias observadas actualmente y, aseguraron, formarán parte de las innovaciones que la agricultura de precisión incorporará en el corto plazo para estar al alcance de los productores. Para De Baerdemaeker, “combinar la información con la máquina en forma inteligente asistirá a los productores para mejorar las decisiones de manejo. Esos serán los principales desarrollos que se harán en el futuro”.

Un nuevo software

El INTA Paraná desarrolló una herramienta de agricultura de precisión que le permite al productor conocer la variabilidad existente en un sistema de producción y, así, mejorar su manejo. Esta tecnología se presentó en el 1º Congreso de Valor Agregado de Origen, un encuentro que se desarrolla en la ciudad cordobesa de Manfredi hasta el viernes 20 de julio.

Ricardo Melchiori, coordinador del proyecto Desarrollo y Aplicación de la Tecnología de Agricultura de Precisión para el Manejo de Cultivos, explicó que “se trata de un modelo integrado por un sistema de información geográfica (SIG) con mapas de suelo y sus índices de productividad, planialtimetría, mapas de fertilidad y rendimiento e  índices de vegetación”.

La información georeferenciada –detalló Melchiori– permite optimizar el diseño y la evaluación de los cultivos ante cambios en prácticas de manejo”.

Más información y contenidos multimedia sobre el Congreso en http://inta.gob.ar/inta/valor-agregado

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