06 de julio de 2010

La visión institucional en ambiente y recursos naturales

En el Seminario INTA Expone sus aportes al país tuvo lugar un panel sobre ecorregiones, gestión ambiental y recursos naturales.

Valorar la huella ecológica que dejan los procesos productivos que se van desarrollando, las tecnologías para atacar los problemas, evaluar en qué medida son afectados individualmente distintos recursos naturales (agua, suelos, aire, fauna y flora), y la problemática ambiental, social y económica desde una perspectiva de territorio fueron el fundamento de este importante sector del seminario.

La visión del Área Específica Gestión Ambiental del INTA, según su coordinadora, María Elena Zaccagnini, “busca comprender las causas y las consecuencias de los problemas que se generan para el ambiente a partir de los distintos tipos de producciones agropecuarias y también respecto a las herramientas que se desarrollan para monitorear y cuantificar esos impactos, pero además para sistemas y estrategias de manejo para poder revertirlos, mitigarlos y de esa manera ir achicando la “huella ecológica” que son estos impactos negativos indeseables que indefectiblemente se generan cuando se hace producción e intervención para el desarrollo”.

Opinó Zaccagnini que en algunas regiones se ha tomado mucha conciencia de la problemática ambiental y para el INTA no es un tema nuevo: “Se viene trabajando en conservación de suelos desde hace mucho tiempo y con mucha más intensidad en los últimos quince o veinte años. Pero ahora el compromiso es más amplio, lo que ahora tratamos es de tener una mirada más integral, es decir, hacia el ecosistema productivo y no solamente a uno de los recursos en forma parcial y alineada exclusivamente con la producción de cultivos o ganadera. Lo que estamos mirando es cómo funciona el ecosistema frente a distintos tipos de factores que impactan su calidad ecológica. Necesitamos preservar el funcionamiento adecuado del sistema ecológico que usamos para producir distintos tipos de bienes y servicios de los cuales se vale la producción para generar riquezas, ganancias y la economía de un país”.

En coincidencia, Enrique Viglizzo, especialista del INTA en Gestión Ambiental, opinó que “quince años atrás estos temas pasaban desapercibidos, se miraban como una curiosidad académica, pero hoy el problema ambiental ha pasado a ser de toda la sociedad y hay sectores muy sensibilizados y concientizados. Ya no es tan difícil entrar con estos temas acuciantes. Históricamente se le prestaba mucha atención al suelo pero hay además otro tipo de cosas que hay que cuidar como el hábitat, la flora la fauna, las emisiones de gases invernadero, las contaminaciones, es mucho más complejo de lo que estuvimos atacando durante muchas décadas, y esto se trata a la vez de una problemática desarrollada a nivel mundial”.

La vinculación y articulación interinstitucional, al igual que en otras actividades del INTA, tiene en estas especialidades una fuerte presencia. “En el Área Específica de Gestión Ambiental una fortaleza es el entramado de relacionamiento con otras instituciones del orden de ciencia y técnica y también a nivel internacional además de un fuerte vínculo en algunos de los temas que se conducen, sobre todo en lo que es el Agroecoindex, la certificación ambiental, que ha entrado ya en una etapa de aplicación a grandes escalas, con asociaciones con grandes productores, lo que contribuye indudablemente a ir captando cada vez mayor área de intervención con principios ambientales”, detalla Zaccagnini.

Por su parte, Viglizzo insistió en que “son los agentes de cambio los que tienen que involucrarse en estos problemas y concretamente se trata de los productores, y los más evolucionados están conscientes de esta situación y son fuertes colaboradores del INTA en estos procesos de investigación y transferencia”.

Tuvo su espacio en el panel, en la presencia del Coordinador, Daniel Ligier, el Programa Nacional Ecorregiones, donde el INTA considera escenarios geográficos constituidos por ecosistemas particulares en donde convergen intereses económicos, sociales, ambientales y culturales, que se relacionan a diferentes niveles en el espacio y el tiempo. Estas delimitaciones incluyen conceptos fitogeográficos, climáticos, geomorfológicos, hidrográficos, agroeconómicos, fisiográficos y las condiciones generales de uso de la tierra y valor ambiental. Las Ecorregiones definidas en el programa son: Cuyo, Chaco, Mesopotamia, Norandina, Pampeana, Patagonia

Según Ligier, “existe una articulación muy fuerte entre gestión ambiental, recursos naturales y ecorregiones. Lo que busca el Programa es la planificación estratégica de información ambiental productiva y social para planificar el territorio bajo un uso sustentable, utilizando toda las herramientas que proporciona la gestión ambiental, el acervo de recursos naturales más las herramientas propias de monitoreo y gestión del programa para llegar a esos objetivos. Cada una de las seis ecorregiones tienen identidades diferentes por lo tanto los abordajes son también distintos.

En este momento trabajamos con quince áreas piloto en cada una de las ecorregiones, configurando un mapa donde se abordan los problemas significativos a resolver o aprovechar oportunidades significativas de cada una de ellas, desde el punto de vista por ejemplo de la degradación de bosques nativos, pasando por el uso eficiente del agua y la rotación de cultivos y las innovaciones de los sistemas productivos para pequeños productores”.

También hay desde este Programa Nacional fuertes vínculos de trabajo integrado con otras instituciones: actualmente se mantienen convenios con universidades del medio e internacionales (España y Holanda), y con empresas privadas en observatorios agroambientales que, definió Ligier, “son campos de productores donde se mide la performance de ciertos indicadores”.