20 de mayo de 2013

La miel mendocina ya genera ingresos por $2,2 M anuales

Asesorados por el INTA, 150 apicultores del Valle de Uco producen 200.000 kilos de miel por año. Tienen marca, agregan valor y elaboran cervezas, vinagres, vinos y acetos.

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Con sus característicos paisajes y vinos, reconocidos a escala mundial, tal vez sorprenda saber que no todo es vid en Mendoza. Ahora, la provincia pone su atención en la miel: con más de 200.000 kilogramos de materia prima, 150 apicultores asociados del Valle de Uco comercializan su producción por $2,2 millones por año. Además, consolidaron una marca propia y agregan valor mediante la elaboración de cervezas, vinagres, vinos y acetos.

Nucleados en cooperativas y consejos apícolas de los departamentos San Carlos, Tunuyán y Tupungato, los pequeños productores poseen más de 10.000 colmenas y una producción promedio de 20 kilos cada una, suman 200.000 kilos de miel pura por año.

“En la temporada 2012/2013 pudimos vender a $11 el kilo, lo que nos representó un ingreso de $2.200.000”, detalló Daniel Avena, de la cooperativa Apitun –que comenzó como un grupo de Cambio Rural y aún hoy trabaja junto al INTA–.

De acuerdo con el apicultor, el impulso por trascender las fronteras provinciales y el apoyo del instituto les permitió producir de forma asociativa y llevar su producción de mieles y de hidromieles más allá del valle. “El INTA nos capacitó y nos enseñó que asociarnos era la solución”, dijo quien consideró al organismo como “el corazón de todas las actividades”. De ese modo, explicó Avena, “comenzamos a vender y comprar insumos, envases de tambores vacíos o los productos para curar las colmenas. El hecho de hacerlo juntos mejora mucho los costos y conseguimos mejores precios”.

Además de comercializar a granel, se venden productos de la colmena como el polen y el propóleo. De acuerdo con Avena, “la asociación presta servicios de polinización a productores de la región, produce material vivo en dos criaderos de abejas reinas que se comercializan de manera individual en paquetes con abejas”.

Los pequeños productores poseen más de 10.000 colmenas y una producción promedio de 20 kilos cada una, suman 200.000 kilos de miel pura por año.

Por las condiciones climáticas, la temporada de producción en el valle comienza a fines de octubre y se extiende hasta principios de marzo. “Para nosotros el Valle es uno de los oasis más importantes que tiene la provincia. La gran cantidad de hectáreas que está bajo riego aporta al desarrollo de muchas flores, que por su diversidad nos permite obtener una miel multifloral”, señaló el apicultor.

El 90% de la miel que producen es vendida a granel a acopiadores que luego la fraccionan y exportan a Alemania, los Estados Unidos y países árabes como principales destinos. “El desafío es que puedan aumentar la competitividad, mejorar aspectos técnicos de la producción y diseñar un sistema de gestión de calidad en toda la cadena”, dijo Daniel Pizzolato, jefe del INTA La Consulta –Mendoza.

“Los programas Minifundio, primero, y Cambio Rural, después, impulsados desde el INTA, fueron el puntapié inicial para que varios productores conformaran una fuerza en común”, aseguró el especialista del INTA. “Acompañamos a los productores apícolas para que reduzcan el porcentaje de miel a granel que comercializan a los grandes acopiadores y se consolide en la venta fraccionada, con un nombre y una identidad propia”, agregó.

Por otra parte, el trabajo articulado del grupo se vio reflejado en la conformación de mesas apícolas locales. Con el apoyo del Proyecto Integrado de Desarrollo Apícola (Proapi), obtuvieron dos plantas de extracción comunitarias de miel: una en Tunuyán –instalada en la agencia de extensión del INTA– y otra en San Carlos.

Una vidriera para la miel

El valor y la calidad de las mieles del valle tuvieron su vidriera en la exposición Ucomiel 2013, que contó con más de 1.300 estudiantes de la región.

Degustaciones, talleres, dinámicas de cocina en vivo para chicos y grandes, exposiciones y muestras de artesanías, fueron una constante en la primera edición, que contó con el acompañamiento del INTA y otras instituciones nacionales, provinciales y locales.

Según Pizzolato, el objetivo del encuentro fue “apreciar la calidad de las mieles producidas en la región y crear un espacio de aprendizaje para los integrantes del sector y el público en general”. El jefe del INTA La Consulta agregó que “en espacios como éste, el apicultor muestra sus productos a la comunidad sin intermediarios”.

El valor y la calidad de las mieles del valle tuvieron su vidriera en la exposición Ucomiel 2013, que contó con más de 1.300 estudiantes de la región.

Daniel Pizzolato, jefe del INTA La Consulta, provincia de Mendoza.

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