01 de noviembre de 2013

INTA en Tecnópolis: 12 estaciones dedicadas a los sentidos

En la tercera edición de la megamuestra de ciencia y tecnología más grande de Latinoamérica, el INTA presentó un espacio dedicado al sector agropecuario: desde el suelo hasta el valor agregado en origen.

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En el predio del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación denominado “La tierra del valor”, el INTA mostró, en 12 estaciones, el circuito del agregado de valor en origen en las cuales el maíz (y sus derivados) será el producto destacado. El objetivo: que los visitantes se acerquen a la propuesta del instituto de manera didáctica e interactiva.

En la primera estación, “El arca de la semilla”, se puede ver un video sobre el banco de germoplasma del INTA. Las lupas binoculares muestran las distintas variedades de semillas, como por ejemplo la quinoa, el maíz, el amaranto, etc. Además, se puede  aprender por medio de juegos que se encuentran en pantallas táctiles.

Otra de las estaciones cuenta con una mini cosechadora, para que los más pequeños ingresen y jueguen a sembrar y cosechar maíz mientras se proyecta un video en una pantalla. Un promotor cuenta de manera muy dinámica cómo maniobrar la cosechadora. El famoso “nivel de gritos” de los niños dará los resultados de la cosecha realizada.

“El refugio de los granos” es otra de las paradas en el predio del Minagri. Allí, dos silos reales muestran, por medio de pantallas, para qué sirven y cómo es su almacenamiento.

Por otra parte, “Rompiendo el cascarón” es el lugar predilecto por grandes y niños ya que presencian en vivo el nacimiento de muchos pollitos, y el proceso previo a su nacimiento.

Por último, y no menos importante, el visitante puede ingresar al cine 360 grados para ver una proyección con efectos especiales sobre el agregado de valor en origen, además de recibir pochoclos como “producto final” del maíz.

El visitante puede ingresar al cine 360 grados para ver una proyección con efectos especiales sobre el agregado de valor en origen, además de recibir pochoclos como “producto final” del maíz.

Huertas para todos los gustos

Orgánicas verticales y horizontales, flores, aromáticas, hortalizas y semillas gratis. De la mano de técnicos y voluntarios, el ProHuerta muestra todas las opciones para cultivar en diferentes espacios.

Ya sea por curiosidad sobre qué alimentos conviene usar y combinar en la cocina o para consultar sobre el cuidado de las plantas, “el stand de ProHuerta  es como un remanso para todo aquel que se acerca” así lo aseguró una de las promotoras voluntarias del stand en Villa Martelli, mientras presentaba las semillas que reparten al visitante de forma gratuita.

La propuesta busca generar conciencia sobre la importancia de tener una huerta propia, aún si el espacio es reducido. “Teniendo en cuenta que hoy en día se ingieren alimentos que contienen una gran cantidad de químicos, la huerta orgánica es una buena opción para cualquier persona que desea ahorrar, comer sano y estar en contacto con la naturaleza”, afirmó la voluntaria.

“En un principio el programa se dirigía a contar con el acceso a ciertos alimentos que no se  disponían, y estaba enfocado a una población en situación de vulnerabilidad. Hoy en día esto se amplió, y la gente hace su huerta con el fin de alimentarse en base a comida saludable u orgánica, además del factor económico”, expresó el técnico del INTA, Tomás Del Compare.

La combinación de la huerta orgánica puede realizarse a base de hortalizas, flores y aromáticas. La finalidad de esta combinación consta en atraer la microfrauna del suelo, para que éste se mantenga protegido.

La asociación de especies en los cultivos orgánicos favorece la biodiversidad y produce un fenómeno de confusión que entorpece el desarrollo de las plagas. Las claves son: asociación,  rotación y abono. Estos son los principios de la huerta agroecológica.

La feria albergó a más de 150 pequeños y medianos productores de distintas regiones del país.

Un lugar de encuentro

En coincidencia con el Día Mundial de la Alimentación, se realizó el festival gastronómico Raíz. La inauguración contó con la presencia del vicepresidente y el director nacional del organismo –Francisco Anglesio y Eliseo Monti, respectivamente– la secretaria de Políticas Alimenticias del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación –Liliana Periotti–, el director de la Fundación ArgenINTA –Javier Ortega–, entre otras autoridades e invitados especiales, agasajados con la cocina de la chef Dolli Irigoyen.

Con un Mercado de Productos Argentinos, la feria albergó a más de 150 pequeños y medianos productores de distintas regiones del país. Junto a ese espacio, el Camino Rural propuso un recorrido por 32 estaciones para conocer los oficios y detalles de la crianza y los cultivos intensivos. También hubo un espacio específico para la bebida nacional: Argentina, Tierra de Vinos, que contó con 25 bodegas que ofrecieron una variedad de uvas. Asimismo, una Feria Popular será la vidriera para grupos de productores que ofrecerán alimentos de alta calidad elaborados artesanalmente.

La próxima revolución será el agregado de valor

Con el foco en el desarrollo sustentable de los territorios, se realizó en Tecnópolis el segundo Congreso de Valor Agregado en Origen. Además de los contenidos técnicos, como plato fuerte del congreso, se presentaron 23 experiencias de cooperativas exitosas que representan a las cinco ecorregiones de la Argentina.

Mario Bragachini, técnico del INTA Manfredi –Córdoba– y uno de los organizadores del encuentro, consideró que la próxima revolución que se dará en los campos del país será de la mano del agregado de valor en origen: “Las 32 cadenas agroalimentarias generan el 12% del empleo de la población económicamente activa del país. Por esto, el desafío al 2020 es trabajar para incrementar significativamente esa demanda laboral en el territorio”.

De los muchos casos ejemplares de procesos y estrategias de agregado de valor en origen que se presentaron durante el congreso, hubo 23 que fueron particularmente destacados.

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