07 de diciembre de 2010

Inscriben dos nuevos cultivares de moha

Presentan alto potencial de producción de forraje de calidad, en un corto período y con buena aptitud para la henificación y pastoreo directo.

“Apostamos al desarrollo y mejoramiento, principalmente por el aporte de fibra efectiva”, indicó Pedro Rimieri, especialista en genética vegetal del INTA Pergamino –Buenos Aires– y obtentor de dos nuevos cultivares de moha: Yaguané Plus INTA y Carapé Plus INTA, recientemente inscriptos.

De acuerdo con Rimieri, estos nuevos cultivares de moha forrajera representan “un recurso esencial para obtener forraje conservado de calidad, que se traduce en un aumento de la rentabilidad, estabilidad y previsibilidad en sistemas donde conviven  la agricultura con la ganadería intensiva”.

Esos materiales constituyen “un alimento imprescindible en las dietas ricas en granos o cuando se pastorean forrajes muy tiernos y acuosos”, expresó el técnico. Bajo costo de implantación y mantenimiento, buen rendimiento de materia seca por hectárea, resistentes a sequía y altas temperaturas: son características que los convierten en cultivos adecuados en planes de rotación o de intercultivos cortos.

Todo terreno

Yaguané fue seleccionado por su mayor potencial de rendimiento y adaptación a distintos sistemas productivos de la Argentina. “Fue especialmente desarrollado para la confección de heno por su alta producción de materia seca de buena calidad en un período corto (55-70 días) y por su estructura de planta –caracterizada por tener pocos macollos y láminas anchas–”, explicó Rimieri. Además, el técnico agregó que “con rendimientos estables en todos los ambientes productivos, Yaguané Plus INTA es el que más amplia adaptación posee”.

La época de siembra es desde mediados de octubre y durante noviembre y diciembre, con una densidad de siembra recomendada entre 15-20 kg de semilla por hectárea y una distancia entre hileras de siembra de 17,5 a 20 cm.

Es un excelente productor de forraje de buena calidad. “Si le sumamos una fertilización nitrogenada, la respuesta que obtenemos es muy buena”, señaló el especialista.

Al inicio del panojamiento, se alcanzan entre 5.000 y 7.500 kg de materia seca por hectárea y valores promedios aproximados del orden del 40% de hojas, 10% de proteína bruta y 60% de digestibilidad.

Buena calidad para ambientes con restricciones

Carapé fue seleccionado y desarrollado  por presentar alta estabilidad de rendimiento en ambiente menos productivos y por su mayor calidad forrajera. Ensayos realizados determinaron que mostró mayor estabilidad en los niveles de rendimientos en ambientes con limitantes productivas. “Es menos sensible a cambios ambientales, por lo que se adapta mejor a condiciones productivas más restrictivas para el rendimiento de materia seca”, destacó el obtentor.

Rimieri se refirió además a la “muy buena capacidad de rebrote” del material, por lo que se considera “una opción ideal para el pastoreo directo”. A eso debe sumarse una “buena aptitud para elaborar henos de alta calidad nutricional, por su rápida acumulación de materia seca, tallos finos y alta proporción de láminas”.

La moha, en general, debido a su ciclo corto, permite una doble siembra en verano: “Si uno siembra a mediados de octubre se puede cortar para hacer rollo a mediados de diciembre; esto permitiría, por ejemplo, hacer un maíz de segunda”, acentuó el especialista.

Otra característica de estas pasturas de verano es que dejan un buen rastrojo para el cultivo consecutivo y excelentes condiciones de suelo para la implantación de otoño-invierno.

“Mediante un convenio con Cereagro S.A. –Junín, Buenos Aires– concretamos el desarrollo de estos nuevos cultivares mejorados de moha, con propiedad para INTA y licencia exclusiva para la empresa”, afirmó Rimieri.