16 de julio de 2018

Estudian los beneficios de los espacios verdes en niños

Investigadores del INTA, de la Universidad de Buenos Aires y del Hospital Garrahan identificaron las especies vegetales presentes en los jardines del centro de salud. Incorporarán ilustraciones e información botánica para el reconocimiento de los ejemplares.

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Investigadores del Instituto de Recursos Biológicos del INTA, de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires y del Hospital Garrahan identificaron las especies vegetales presentes en los jardines del centro de salud. Incorporarán ilustraciones e información botánica para el reconocimiento de los ejemplares. Se trata de una alternativa terapéutica que promueve el efecto favorable que generan los espacios verdes naturales en las personas.

Tras cuatro años de trabajo –de 2013 a 2016– en el establecimiento de alta complejidad y de referencia para todo el país, el equipo de investigadores afirmó que el contacto de las personas con los ambientes naturales tiene efectos beneficiosos y una importancia fundamental para la salud de los pacientes y sus familias.

“Entendemos que la medicina puede tener un sentido más amplio e integrador que lo que puede verse cuando se entra a un hospital”, reconoció Paulo Cáceres Guido, farmacéutico e integrante del grupo de Medicina Integradora del Hospital Garrahan y coordinador de la investigación.

El objetivo fue llevar adelante un trabajo de concientización sobre la importancia de los espacios verdes naturales, “porque el hospital fue concebido con la idea de que existieran estos espacios y no solo construcciones materiales”, explicó Cáceres Guido.

Para los autores, este trabajo se inscribe en el sueño de Juan Garrahan de construir, dentro del primitivo Hospital de Clínicas “José de San Martín”, de la Ciudad de Buenos Aires, un hospital pediátrico que tuviese espacios verdes a modo de jardín botánico, con árboles autóctonos y plantas medicinales.

Con la investigación se realizó un relevamiento taxonómico e identificación detallada de las 69 especies de plantas encontradas en los espacios verdes naturales del hospital, clasificadas en herbáceas (14), arbustos (20) y árboles (35).

“El trabajo constituye un primer paso que, con un plan estratégico que se sustenta en la interacción de las personas con la naturaleza, puede contribuir a mejorar la sensación de bienestar y la salud de los pacientes, de los acompañantes y del personal sanitario”, afirmó Cáceres Guido.

“La exposición de los niños a los espacios verdes es positiva”, sostuvo Hernán Bach, del Instituto de Recursos Biológicos del INTA y docente de la facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA. Su afirmación apoya la evidencia científica que demuestra, cada vez más, el resurgimiento de la presencia de jardines en centros de atención de salud.

Este fue un motivo más para avanzar en un relevamiento taxonómico de las especies de plantas sobre los 30.000 metros cuadrados que abarcan los patios externos e internos del Garrahan, estos últimos sin acceso directo a las personas, pero con vista desde los pasillos y oficinas del centro de salud.

La conclusión a la que llegaron fortalece el aporte de estos espacios verdes para que también sean utilizados en terapia ocupacional hortícola, mediante la instalación de huertas demostrativas o de viveros como proveedores de plantas para la reposición. Son alternativas que podrían integrar a pacientes en contacto directo con la naturaleza.

Con la investigación se realizó un relevamiento taxonómico e identificación detallada de las 69 especies de plantas encontradas en los espacios verdes naturales del hospital.

Salud y jardines

En un artículo científico publicado este año en la Revista Archivos Argentinos de Pediatría, perteneciente a la Sociedad Argentina de Pediatría, el equipo de investigación demostró que el contacto adecuado con la naturaleza puede proporcionar beneficios restaurativos que, a largo plazo, se acumulan y generan motivación por el compromiso, la toma de riesgo, la curiosidad y la creatividad.

“Las experiencias en este tipo de ambientes son limitadas en el país”, aseguró Bach, autor del trabajo junto con Guido Cáceres, Ziomara Balbarrey, del Grupo de Medicina Integradora del Hospital Garrahan, Beatriz Varela y Marcelo Wagner, integrantes de la Cátedra de Farmacobotánica de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.

En el artículo se pone en evidencia la importancia que revisten los espacios verdes para los pacientes que asisten por terapias ambulatorias, complejas o crónicas, de acuerdo con las modernas concepciones de interrelación ambiente-paciente.

Durante el relevamiento taxonómico, “los ejemplares de todas las especies fueron acondicionados y depositados en el herbario de la Facultad de Farmacia y Bioquímica como en los espacios de plantas cultivadas del INTA”, indicó Bach.

Por delante queda la tarea de señalar, mediante ilustraciones e información botánica, cada una de las especies que integran los jardines internos y externos del hospital para que los pacientes y acompañantes puedan conocer los nombres vulgares, científicos, así como las características más relevantes.

Pocos árboles nativos

De las 35 especies de árboles, solo ocho son nativos, es decir, que pertenecen a una zona geográfica o ecosistema regional del país. Estas corresponden al noroeste, nordeste –región chaqueña oriental y Mesopotamia– y centro.

“Entre los árboles nativos se encuentran talas, jacarandás, ceibos y tipas”, indicó Bach, quien investiga en el INTA plantas aromáticas con potencial medicinal: peperina, cedrón, poleo y valerianas nativas.

Por último, cabe destacar que el Hospital inaugurado en 1987 pertenece a la Red Global de Hospitales Verdes y Saludables, una iniciativa mundial que integra el movimiento Salud sin Daño (Health Care Without Harm) y tiene por objetivos promover una mayor sustentabilidad y salud ambiental en el medio sanitario, y fortalecer los sistemas de salud.