20 de septiembre de 2010

Cómo mejorar la calidad de la carne

Tras años de trabajo junto a especialistas norteamericanos en evaluación de imágenes por ultrasonido, el INTA recomienda utilizar estos procedimientos.

“La selección de reproductores por rendimiento y calidad carne es una ineludible necesidad del presente para afrontar el futuro”, afirmó el especialista en mejoramiento genético bovino del INTA Castelar, Horacio Guitou.

“La genética es la principal responsable de la excelencia zootécnica alcanzada por los rodeos argentinos, cuyo producto es considerado uno de los mejores del mundo”, explicó el investigador.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), en los próximos años la producción agropecuaria de los países del Mercosur se incrementará debido al crecimiento en la demanda mundial de alimentos. Los productos de origen animal tendrían más potencialidad por la abundancia de pastos, granos y mano de obra, entre otros recursos.

Históricamente, el país cuenta con una producción aproximada de tres millones de toneladas, que lo ubican en un lugar de preferencia al momento de exportar carne vacuna, a pesar de que en este último año la producción habría disminuido como consecuencia del aumento de la liquidación de vientres.

No obstante, para asegurar el rendimiento y la calidad de la carne, dado que las exigencias de los mercados son cada vez más sofisticadas y restrictivas, es necesario trabajar permanentemente en una evaluación genética objetiva, para aplicar un programa de mejoramiento y, así, incrementar la calidad del producto final.

En este sentido, el Foro Argentino de Genética Bovina estableció normas básicas estandarizadas de medición de características asociadas al rendimiento y la calidad de la carne –en los potenciales reproductores–, a través de la utilización de equipos de ultrasonido. Así esas ecografías adquieren mayor confiabilidad y precisión a partir de la unificación de la toma y recolección de datos y del establecimiento de criterios de interpretación que permitan una correcta evaluación genética.

¿De qué DEPende la calidad?

Durante la Exposición Rural de Palermo, el Foro presentó la Guía de procedimientos sugeridos (GPS): evaluación genética de bovinos de carne, en la que sugiere cómo organizar correctos controles de producción en características de interés económico que tratan de la eficiencia reproductiva, la precocidad de crecimiento y el rendimiento y calidad de carne para predecir el mérito genético de los reproductores en base a Diferencias Esperadas entre Progenies (DEP).

“Las DEP son la mejor herramienta direccional de selección que tienen los criadores para encontrar los reproductores más adecuados para cada sistema de producción, de acuerdo a sus objetivos de mercado”, explicó Guitou.

Si la Argentina quiere competir en el Mercosur, con Australia y con los Estados Unidos en la venta de reproductores, semen y embriones, deben generarse no sólo reproductores con DEP relacionados a características de eficiencia reproductiva y precocidad de crecimiento, sino también con características predictivas del rendimiento y la calidad de la carne.

“Para competir, es necesario que los programas de evaluación genética del país incluyan variables de interés económico”, explicó Guitou, quien a su vez trabaja en representación del INTA con la Asociación Argentina de Angus y Shorthorn, que poseen más de 400 cabañas distribuidas en nueve provincias de este país.

En el Instituto de Genética del INTA Castelar se encuentra la sede del Centro de Interpretación de Imágenes Ecográficas; allí técnicos certificados analizan esas imágenes, que son enviadas nuevamente a las asociaciones de criadores para ser utilizadas en la generación de DEP de características carniceras.

Más información: Horacio Guitou, INTA Castelar hguitou@cnia.inta.gov.ar