15 de marzo de 2013

Biocontrol de avispas: el secreto de la buena madera

Técnicos del INTA trabajan en la cría de un gusano microscópico que resulta clave para controlar esta plaga. El instituto tiene el único laboratorio especializado de la Argentina.

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La avispa Sirex noctilio es una de las principales plagas forestales del NEA y la Patagonia argentina. Técnicos del INTA Montecarlo –Misiones– multiplican los nematodos (Deladenus siricidicola) para controlar de manera natural a este insecto que ataca las plantaciones de pinos y disminuye la calidad de la madera. Una estrategia de manejo para mejorar la productividad y la calidad de la madera.

Edgar Eskiviski, del área de Protección Forestal de esa unidad del INTA, señaló que la avispa Sirex es una plaga muy dañina para la producción forestal. El insecto deposita sus huevos en el interior de los árboles para que se desarrollen y se alimenten. “Esto genera un daño irreversible: disminuye la calidad de la madera y produce la muerte de los árboles”, aseguró.

Esta avispa no es una especie autóctona de Sudamérica por lo que, una vez ingresada en nuestro continente, se propagó con gran rapidez. “Una manera natural de regular su población es mediante el uso de enemigos naturales como los nematodos”, dijo Eskiviski.

El insecto deposita sus huevos en el interior de los árboles para que se desarrollen y se alimenten. “Esto genera un daño irreversible: disminuye la calidad de la madera y produce la muerte de los árboles”, aseguró Eskiviski.

Se trata de seres vivos muy pequeños, que tienen la apariencia de gusanos microscópicos. Su nombre es de origen griego y significa ‘parecido a un hilo’. “Estos cumplen un rol clave para el mantenimiento del ciclo biológico en la naturaleza”, aseguró el técnico del INTA, quien explicó: “En el Laboratorio trabajamos en su multiplicación para reducir las poblaciones de la avispa y evitar daños mayores”.

Pero, ¿cuál es el rol de estos gusanos microscópicos? Eskiviski lo resume así: “Es un enemigo natural específico de estos insectos y no ataca a otras especies, ya que se alimentan del mismo hongo que pone la avispa para alimentar a sus crías”. De esta manera, “los nematodos esterilizan a las avispas hembras para que no produzcan más huevos viables”, precisó el técnico.

Una pequeña gota

Con su cría y liberación en las zonas afectadas, el Laboratorio del INTA Montecarlo, busca recuperar el equilibrio natural de las forestaciones. Este centro de cría, es único en la Argentina y fue creado en 1996 a partir de la primera alerta por detección de la plaga en el nordeste.

En el laboratorio se realizan crías de colonias de nematodos durante todo el año “y, según la época del año, se hacen más masivas para abastecer las zonas demandantes”, dijo el especialista. En promedio, se entregan 2.500 dosis por año, con las que se tratan unos 25.000 árboles.

Los nemátodos tienen la apariencia de gusanos microscópicos. Su nombre es de origen griego y significa ‘parecido a un hilo’.

La multiplicación de los nematodos se realiza en cámaras de crías para controlar y mantener estables las condiciones ambientales para que las colonias puedan crecer y reproducirse. Allí, se elaboran las dosis –que contienen cerca de 1 millón de nematodos– que, luego se aplican en las zonas afectadas.

De acuerdo con Eskiviski, una dosis de nematodos sirve para tratar unos diez árboles: “A partir de la aplicación en las plantaciones se obtienen resultados que no se ven de manera inmediata, pero que permiten evitar que la avispa se reproduzca en la zona y afecte a otros árboles”, aseguró y agregó: “El tratamiento es curativo y no preventivo”.

En busca del equilibrio

A partir de la detección de la avispa en la región del nordeste, “nos pusimos en alerta inmediatamente debido a los grande daños económicos que ya había causado la aparición de la avispa en Australia, Nueva Zelanda y Brasil”, recordó el técnico del INTA.

Gracias a la acción conjunta del INTA, el Ministerio de Ecología de Misiones, el Ministerio de la Producción de Corrientes, el SENASA y la Universidad Nacional de Misiones, con la primera alerta –en 1996–  se tramitó el ingreso de la cepa de nematodos y la instalación del laboratorio.

La avispa Sirex noctilio es una de las principales plagas forestales del NEA y la Patagonia argentina.

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