19 de agosto de 2010

Berries en Tucumán: La frutilla del postre

Comenzó el Simposio Internacional de Frutas Finas en Tucumán. Daniel Kirschbaum, coordinador del proyecto nacional de Frutilla del INTA, detalló lo más saliente de estas jornadas.

La ciudad tucumana de San Isidro de Lules, uno de los polos agroindustriales de berries más importantes del país, hospeda al Simposio Internacional de Frutas Finas, que se desarrollará el 19 y 20 de agosto, organizado por el INTA y la municipalidad local, en el marco de la Expo Lules Productivo 2010.

Con entrada libre y gratuita, el simposio está destinado a productores, técnicos, extensionistas, consultores, profesores, estudiantes y público en general. Cuenta con conferencias de especialistas nacionales y extranjeros, la participación de empresas, un vivero mendocino y se brindarán charlas sobre la situación actual y las tecnologías más utilizadas en los cultivos de frutilla y arándano. El evento culminará con una mesa-panel de viveros de frutilla de todo país, que expondrán sus experiencias.

Desde el INTA Famaillá –Tucumán-, centro de referencia nacional de frutas finas, el coordinador del proyecto nacional de Frutilla, Daniel Kirschbaum, expresó: “Nos interesa capacitar a los productores y técnicos, transferir los resultados de nuestros trabajos de investigación en berries y que se difundan los resultados de otros grupos y empresas que trabajan para el sector”.

Además, puntualizó otro objetivo del simposio: “Reducir la brecha tecnológica que hay entre los pequeños y grandes productores, a fin de fortalecer el desarrollo local y la equidad social”.

De acuerdo con el especialista, las jornadas tocarán temas como producción orgánica de frutilla y arándanos; la información sobre nuevas variedades; la comercialización tanto en el mercado doméstico como para exportación; plagas y enfermedades; calidad poscosecha; fertilización, higiene y seguridad, entre otros.

“Una novedad es el tema de producción orgánica”, dijo Kirschbaum, para quien “la comercialización de frutas y hortalizas orgánicas frescas se ha incrementado mucho en los últimos años y la ganancia que recibe el productor por un kilogramo de frutilla orgánica es mucho mayor que la que obtiene por uno convencional”.

En este marco, el técnico propone mejorar la rentabilidad y explorar nuevos mercados, “sobre todo el de arándanos, que es muy dependiente de los Estados Unidos” y, en Latinoamérica, “podríamos abastecer a Brasil, que no produce arándanos, pero tiene un mercado, un segmento de alto poder adquisitivo bastante interesante, mucho más grande que el nuestro, y es un potencial consumidor de arándano”.

En esta línea, la logística de exportación será un punto fuerte, para que “todos los productores sepan que eso existe y cómo se tienen que manejar si quieren exportar frutilla, arándano o cualquier otro cultivo directamente al hemisferio norte desde el aeropuerto”.

El programa prevé salidas a campo para ver ensayos de frutilla del INTA y Eurosemilas en Lules; por lo demás, los productores podrán conocer más profundamente las nuevas variedades.