05 de diciembre de 2012

“El INTA, con políticas públicas, transformó la investigación en innovación”

Lo dijo Lorenzo Basso, viceministro de Agricultura de la Nación, en el doble festejo del INTA que conmemoró el centenario de la unidad de Pergamino y los 56 años del instituto. La celebración reunió vía teleconferencia a las sedes de los cuatro extremos del país.

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Fue una jornada con doble festejo: por un lado, la estación experimental del INTA en Pergamino celebró sus 100 años de vida y, al mismo tiempo, se conmemoró el 56° aniversario del propio instituto. El viceministro de Agricultura de la nación, Lorenzo Basso, acompaño a las autoridades del organismo técnico durante la celebración y declaró: “El INTA hoy está maduro y puede darse el lujo de avanzar profesionalmente, vincularse con otras instituciones de investigación y lograr transferencia tecnológica hacia otros países”.

El centenario, dijo el funcionario, refleja el crecimiento del instituto y el impacto particular de la unidad “en la producción de esta región y el país, porque es una estación de referencia en muchos temas”. En esa línea, consideró que “el INTA, con políticas públicas, transformó la investigación en innovación”.

Por su parte, el presidente del INTA, Carlos Casamiquela, repasó algunos ejes institucionales en torno al incremento presupuestario que viene registrándose en los últimos años –y que “en 2013 volverá a ser récord”, anunció– y los nuevos modos de vinculación que permiten “posicionar a la Argentina como socio de los países desarrollados”. Además, Casamiquela destacó la presencia territorial del organismo, cuyas unidades en “Ushuaia (Tierra del Fuego) y La Quiaca (Jujuy) están separadas por la misma distancia entre las ciudades de Madrid y Moscú”. Esta comparación le permitió dar pie a uno de los momentos centrales del festejo, que reunió vía videoconferencia a profesionales del organismo en los cuatro extremos del país, uniendo el sur patagónico con el norte puneño y la región cuyana con el litoral.

Casamiquela afirmó que el centenario de Pergamino “tiene una gran trascendencia porque fue y será líder en los procesos de acompañamiento a los sectores de la producción”. En cuanto a la vinculación internacional, explicó que desde el organismo “seguimos incorporando guarniciones basados en un modelo de desarrollo que busca incluir y generar procesos de equidad”.

El viceministro Basso y el presidente del INTA estuvieron acompañados por otras autoridades del instituto, legisladores regionales y el intendente local, Héctor Gutiérrez, quien indicó que “Para Pergamino es un orgullo que aquella chacra no fuera un hecho aislado sino que fuera parte de un proceso de investigación, extensión y desarrollo que generó una masa crítica y produjo un factor de crecimiento de la nación, que son los productores”.

Para el vicepresidente del instituto, tanto el crecimiento y el reconocimiento nacional e internacional del INTA, “hablan de una apuesta del gobierno argentino para adoptar tecnologías de punta y que la Argentina se pueda transformar en un país agroindustrial exportador de agroalimentos”. De acuerdo con Anglesio, lo anterior pone en evidencia que “la política nacional ha decidido que el INTA siga ocupando el rol de preponderancia que ocupa”.

Por otra parte, Alfonso Buján, director del consejo del INTA en esa región bonaerense, comentó: “El INTA se propuso trabajar desde adentro hacia el productor y recibir a actores de la comunidad junto a representantes de la comunidad científica y académica”.

Como es habitual en los cumpleaños del INTA, se entregaron distinciones a ex empleados de la experimental y al personal en actividad con más de veinte años de trayectoria institucional.

El centenario de la estación experimental agropecuaria del INTA en Pergamino, declarado de interés municipal y legislativo por el intendente de la ciudad Gutiérrez y la Cámara de Diputados bonaerense, respectivamente. Durante todo el año se realizaron actividades celebratorias en este marco, desde ciclos de conferencias hasta muestras pictóricas.

En este marco, se presentó una publicación sobre la historia de los 100 años transitados por esa unidad, que refleja el trabajo de la institución como pilar para el mejoramiento de las familias y empresas rurales.

Para el director de la unidad, Fernando Gándara, honrar el pasado es reconocer a “aquellos que con inteligencia, a principios del siglo XX, se dieron cuenta de la importancia que tenían la investigación y extensión agropecuaria”. Además, señaló que “otro concepto importante es que, en este presente que nos encuentra hoy trabajando a pleno, estos 100 años también son un compromiso para el futuro”.

Y sobre esa última línea remarcó: “No sólo queremos quedarnos en la historia y la tradición, no sólo queremos quedarnos en este presente del cual podríamos hablar mucho, sin dudas a los 100 años los tomamos para comprometernos con el futuro e imaginarnos lo que viene”, dijo Gándara.

Un siglo contribuyendo al desarrollo

La Chacra Experimental de Pergamino nació el 3 de noviembre de 1912, en la órbita del entonces Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación, para atender la problemática del sector rural de gran parte de la región pampeana.

Con la creación del INTA en 1956, la chacra se transformó en la estación experimental agropecuaria que profundizó la investigación, la experimentación y la extensión agrícola en el país.

En 2007, se nombró a la experimental como “Ing. Agr. Walter Kugler”. Más de 100 profesionales de distintas especialidades desarrollan sus actividades de investigación, experimentación y desarrollo rural en las 748 hectáreas de la unidad, en las que se llevan a cabo ensayos y experiencias para producir conocimiento técnico.

El INTA Pergamino fue pionero en la investigación sobre siembra directa, en el desarrollo y difusión de la hibridación en maíz –que permitió consolidar la industria semillera– y en el mejoramiento de trigo, lino, sorgo y girasol.

Además, obtuvo y adoptó numerosos cultivares y materiales de maíz, trigo, girasol, lino y forrajeras, junto con prácticas de manejo de suelo y cultivos. En convenio con una empresa privada, se evaluaron los primeros cultivares de soja introducidos en la región pampeana. El control integrado de plagas y el desarrollo de prácticas conservacionistas son otros temas asociados al nombre y a la trayectoria de esta unidad del INTA.

El INTA Pergamino y un monumento nacional

El casco de la Estancia San Juan, que se encuentra en el predio del INTA Pergamino, es un reducto fortificado de 1843. “Se trata de una casona que se encuentra en medio de la pampa como testigo de la historia nacional”, expresó Catalina Bouvier, referente en Turismo Rural de esa unidad.

Su arquitectura es el reflejo de los reductos rurales fortificados donde los estancieros resistían el ataque de los malones cuando venían a llevarse el ganado. De acuerdo con Bouvier, “es un testimonio de una época donde la frontera no estaba lejos y protegerse en el campo del ataque de los indios era difícil”.

Declarada como monumento histórico nacional y provincial, la casona cuenta con un foso que rodeaba y protegía a la construcción de la embestida de los indios. Representa a las construcciones típicas de la zona de frontera: un cuerpo longitudinal en planta baja, con tres cuartos conectados por una robusta caja de escalera a la planta superior, coronado al centro por una construcción de tipo rural, con techo plano o azotea; tres paredes eran ciegas, con un pequeño balcón abierto al frente como única abertura.

El edificio es para recorrer y admirar. “Es una invitación a dejar libre la imaginación”, aseguró la técnica, quien agregó que el edificio “es el fiel reflejo de cómo era la vida cotidiana de esa época”.

“Nuestro objetivo es que este edificio sea revalorizado por los pergaminenses y gente de la zona, que reconozcan que esto es parte de nuestra historia”, dijo Bouvier.

Se conservan las ruinas de lo que fue la cocina de la estancia y el aljibe, que se derrumbó hace más de una década.