04 de septiembre de 2012

Asociativismo y agregado de valor, la fórmula del desarrollo

400 productores cooperativos analizaron proyectos de agregado de valor e intercambiaron experiencias en Córdoba. El INTA brindó capacitaciones sobre el tema.

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Bajo el lema “Intercooperación: agregando valor para el desarrollo”, pequeños y medianos productores de las cadenas pampeanas y extra pampeanas de todo el país participaron de la 3ª Convención de Cooperativas Agroalimentarias, en la localidad cordobesa de Villa Giardino. Los principales ejes del encuentro anual, convocado por la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), fueron la capacitación sobre integración vertical en las cadenas productivas, el cooperativismo y el debate en talleres de intercambio de experiencias.

Eliseo Monti, director nacional del INTA, consideró al encuentro como “un evento importantísimo porque permite ir construyendo la institucionalidad a partir del intercambio y el trabajo de las cooperativas”. En este sentido, valoró la respuesta de los productores, quienes “hicieron una pausa en los trabajos cotidianos y se pusieron a pensar estratégicamente para generar los acuerdos y cambios necesarios”.

“El desarrollo viene con las cooperativas y en el campo eso lo demuestra la historia”, dijo en la apertura de la convención Isaías Ghío, presidente de Fecofe, acompañado por directivos de la federación y autoridades provinciales de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe. “A menudo pudimos encontrar experiencias que demostraron que individualmente muchos productores no podían crecer si no se asociaban”, aseguró y agregó que a lo largo del país se observa que “las localidades que tienen cooperativas tienen más desarrollo”.

En la misma línea, Norberto Yauhar, titular del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (Minagri), dijo que “el sistema cooperativo es la herramienta que necesita este país para transformarse y es por eso que estamos trabajando en este sentido, en un proceso de construcción para que el productor recupere la competitividad”.

Al mismo tiempo, el ministro se refirió a la política nacional del valor agregado en origen al señalar que el productor primario argentino no recibe la renta que debería, “eso se reparte entre otros actores que se encuentran hasta el final de la cadena y ahí es donde el estado tiene que intervenir para lograr un equilibrio y corregir estas cosas, trabajando conjuntamente con los productores, industriales y demás actores”, explicó ante más de 400 asistentes.

En este sentido, Oscar Solís, subsecretario de Agregado de Valor y Nuevas Tecnologías del Minagri, destacó el trabajo cooperativo argentino en el marco de los nuevos paradigmas de industrialización del sistema agropecuario nacional. “El brazo cooperativo es fundamental porque nuclea a pequeños y medianos productores, que son esenciales para la transformación que estamos liderando desde el gobierno nacional”, dijo. Asimismo, explicó que junto a las instituciones del Estado como INTA, INTI, Senasa, Prosap, se busca “articular de forma virtuosa las herramientas del estado para poder generar transformaciones que permitan el agregado de valor en todos los sentidos”.

Capacitación y experiencias

Con una conferencia sobre agregado de valor en origen a la producción agropecuaria, Fernando Ustarroz, del INTA Manfredi, abrió la jornada de capacitación y generó un interesante debate en el público, formado en su mayoría por miembros de cooperativas con proyectos de ese tipo.

El programa de la convención tuvo también talleres temáticos de discusión y un espacio de intercambio de experiencias, donde cooperativas del interior y de países vecinos, como Paraguay, Uruguay y Brasil, presentaron casos de agregado de valor a la producción primaria.

La Cooperativa Languirú, de Brasil, sorprendió por sus características: elabora más de 500 productos de consumo humano directo que se venden en góndola con marca propia, otros de alimentación animal, posee cuatro supermercados, un centro de mecanización agrícola con venta de maquinaria y repuestos y otro de distribución de insumos para el campo. Con una producción diaria de 150 mil pollos, 1.200 lechones, 325 mil litros de leche y 29 mil toneladas de alimento animal al mes, ofrece a sus asociados 13 alternativas de negocios y este año tendrá una facturación aproximada de 320 millones de dólares.

Renato Kreimeier, el vicepresidente de Laguirú, dijo que “lo destacable de la cooperativa es que a toda la producción se le agrega valor y todos los asociados tienen que dedicarse como mínimo a dos cadenas o producciones diferentes para no correr riesgos si alguna de ellas sufre una dificultad”.

 

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