Intersembradoras, puestos para ferias, heladeras solares y equipamiento para poscosecha fueron algunos de los once proyectos, vinculados con problemáticas de la agricultura familiar, presentados en la megamuestra INTA Expone en la Región Pampeana. Las iniciativas estuvieron a cargo de alumnos de diseño industrial de las universidades de Buenos Aires y La Plata y fueron desarrolladas en función de las necesidades y demandas de ese sector.

Desde 2010, el Instituto para la Pequeña Agricultura Familiar del INTA en la región pampeana conduce un proceso de articulación con esas casas de estudio. De acuerdo con los resultados exhibidos en la muestra, se destaca la potencialidad que puede ofrecer el diseño industrial para resolver problemáticas históricas de los pequeños productores familiares.

Los proyectos –que se encuentran en la instancia de maquetas o prototipos– están directamente relacionados con tecnologías apropiadas para la transformación de la producción primaria, eficiencia energética y energías renovables para el desarrollo rural.

Sergio Justianovich, responsable del INTA en coordinar esta articulación, explicó que los proyectos presentados “son trabajos de tesis vinculados con problemáticas reales de distintos productores de la región pampeana y, en lugar de generar escenarios supuestos dentro del ámbito académico, lo llevamos al terreno y se pusieron en contacto con los productores e investigadores”.

Para el coordinador, el balance de los proyectos es positivo: “Tienen posibilidades de ser reales y de responder a las problemáticas de los pequeños productores. Nos parece muy importante desde el rol del Estado, ya sea desde el ámbito académico y el de la investigación y desarrollo”. En ese sentido, Justianovich agregó que el intercambio permite “aprovechar mejor los recursos que tienen las universidades públicas”.

Cristian Cavallini y Mauro Donatti realizaron su tesis sobre el grupo de tamberos en la cuenca del Río Luján, con el objetivo de mejorar la producción de leche y la calidad de vida de la familia. El producto final es un sistema de motorización para el tambo: un mini tractor para realizar tareas específicas y una intersembradora que implica el laboreo mínimo del suelo. De esta manera, señalaron los referentes, se incluyen estos adelantos tecnológicos de la agricultura intensiva en la familiar, acostumbrada a trabajar con arados y métodos que fueron desplazándose en el tema de productividad en la tierra.

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