29 de marzo de 2011

Pulverización: las claves del éxito

Especialistas del INTA brindaron recomendaciones estratégicas. Desde la calibración de la máquina hasta las condiciones atmosféricas. Consejos para tener en cuenta.

Gerardo Masiá, coordinador de investigación y desarrollo del Instituto de Ingeniería Rural del INTA Castelar –Buenos Aires–, señaló que la mejor manera de pulverizar es de forma ordenada. “La calibración de la máquina antes del tratamiento debe realizarse en la cabecera del lote, previa verificación en el galpón: limpiar filtros y picos tapados, engrasarla y suministrar el combustible necesario”.

En esta línea, Pedro Daniel Leiva, especialista en manejo integrado de plagas del INTA Pergamino –Buenos Aires–, indicó que es sumamente importante que el equipo se encuentre limpio tanto por fuera como por dentro. “Se deberán sacar y limpiar todos los filtros –de líneas y picos– y luego volverlos a armar”.

Según los especialistas, las consultas más frecuentes están relacionadas a tamaño de gota, tipo de picos y caudales de campo. En cuanto a esto, los técnicos aseguran que la eficiencia en el control de plagas depende del caudal suministrado.

Al buen tiempo…

El éxito de la aplicación también depende de la estrategia que utilice el productor. Para esto debe tener en cuenta, previo a la pulverización, las condiciones atmosféricas, el estado del cultivo y de las plagas.

Para Masiá, la condiciones climáticas son importantes: “Temperaturas medias que ronden los 18 grados, humedad mayor al 50 por ciento, viento suave y cielo nublado –para impedir el contacto del agroquímico con el sol–”.

La temperatura del aire y la humedad tienen un efecto pronunciado en la tasa de evaporación de las gotas, así como la actividad de algunos plaguicidas. En este sentido, Leiva puntualizó que lo ideal es trabajar cuando se registra humedad superior al 70 por ciento, ya que “una humedad relativa por debajo del 50 por ciento justifica la aplicación de antievaporantes”.

También es clave detectar señales de inversión térmica: aire frío a nivel del suelo con una capa de aire caliente más arriba. Este fenómeno puede generar la deriva de pesticidas y causar daños a cultivos adyacentes y en cualquier dirección durante una aplicación de herbicidas.

Lo que la aplicación se llevó

“Las fallas más habituales se producen por técnicas en el tratamiento y no por los productos”, explicó el técnico del INTA Castelar. También sugirió que la importancia del uso racional de los agroquímicos es la base para combatir a las plagas de manera más eficiente.

La resistencia de las plagas al principio activos de los agroquímicos es natural e inevitable. “Si la aplicación se realizó como corresponde la resistencia de la plaga tardará más en llegar”, enfatizó Masiá.